La portavoz del PP lamenta la remunicipalización del Auditorio de Beiramar como consecuencia de la quiebra de la concesionaria que lo gestionaba. Elena Muñoz tildó ayer de "delirio" que el alcalde quiera "disfrazar el fracaso" asegurando que la recepción del recinto es una buena noticia para la ciudad y volvió a preguntar quién y de qué forma se hará cargo de la deuda de Pazo de Congresos S.A., que cifró en 77 millones de euros.

La oposición teme que este problema lo acaben pagando los vigueses a través de unos impuestos más altos. "Ya sabemos por qué nos los sube todos los años. De algún lado tiene que sacar el dinero para hacer frente a las deudas que genera con su ineficacia", advirtió la popular, quien advirtió al gobierno local de que "ya no engaña a nadie" con su optimismo tras la recepción del Mar de Vigo.

"La remunicipalización no es voluntaria, sino forzosa por la liquidación de la concesionaria", insistió Muñoz en alusión al auto del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra que dictó esta resolución el pasado noviembre al no ser capaz la firma de llegar a acuerdos con sus acreedores. Al PP no solo le preocupa el destino de la deuda del Auditorio, sino los 20 millones de euros en que cifran los recursos destinados al complejo desde el gobierno local en los últimos años. "Caballero enterró ese dinero para intentar evitar la quiebra", destacó ayer Muñoz, que se pregunta qué va a pasar ahora con esas inversiones.

El alcalde siempre replica que el contrato procede de un gobierno anterior y que lo heredó y ayer el grupo popular recordó que fue el PSOE en 2012 quien lo prorrogó "inyectando a la concesionaria cinco millones de euros de las arcas municipales y se comprometieron otros 13 en alquiler a 20 años".