En el distrito de Casablanca y el entorno de la calle Venezuela, el más multicultural de la ciudad, hay cada vez más restaurantes de comida internacional. Uno de los primeros en abrir fue el Isola Bella, en la calle Ecuador, hace 21 años. Es el ejemplo perfecto de mezcla de nacionalidades. Su propietaria, Daisy Ham, es una china americana nacida en Honduras. Conoció a su marido, un gallego, en Miami. Él trabajaba allí en un restaurante italiano y ella, en uno japonés. Esas fueron las dos especialidades que fusionaron cuando decidieron montar su propio establecimiento en Vigo. A esa base, Ham le añadió los consejos de cocina china de su familia y adaptó los platos al paladar español. Así, en su carta te puedes encontrar un uzuzukuri -una especie de carpaccio de pescado- pero con aceite de oliva en vez de salsa nipona unas gambas rebozadas según la receta de su madre, pero al jerez. Sin olvidarnos de las pizzas. Para completar la fusión, la plantilla la completan dos dominicanos.

Ham recuerda que cuando llegaron, casi no había restaurantes asiáticos y pocos internacionales. "Hoy veo de todo, es como un pequeño Miami".

Otros de los veteranos del barrio son los mexicanos del Chilam Balam. Instalaron el primero de sus locales en Padre Don Rúa hace 15 años. Alejandro Durán, encargado, recuerda que por sus cocinas han pasado brasileños, dominicanos, colombianos, venezolanos, rusos, españoles... "Una ONU": Entienden la comida como una forma de difundir la cultura maya.