El crecimiento de la actividad económica y empresarial de la primera ciudad de Galicia se está consolidando. Al cierre del año pasado, en Vigo había casi 41.000 negocios (uno por cada siete habitantes), casi 5.000 más que un quinquenio antes, y la concesión de licencias de actividad por parte del Concello sigue disparada, con 417 nuevas el año pasado, más de la mitad relacionadas con el mundo del comercio y la hostelería. Detrás de estos datos se encuentra buena marcha de sectores estratégicos para la comarca como la industria (con el empuje del automóvil y la recuperación a marchas forzadas de la construcción naval), el turismo (con Peinador en cifras de pasajeros precrisis y máximos de ocupación hotelera), el comercio, la pesca y la construcción, que ha sabido sortear la zancadilla de la suspensión del Plan Xeral de 2008.

Uno de los indicadores más representativos de la marcha de la economía son las actividades inscritas en la Agencia Tributaria (AEAT). En Vigo estaban registradas a 31 de diciembre 40.891, de las cuales aproximadamente 14.000 se corresponden con personas físicas y el resto, con personas jurídicas. Son 4.700 más de las que había en plena salida de la recesión, en 2013, un 13% más. Desde entonces el crecimiento ha sido sostenido, a tasas superiores al 2% e incluso al 4% hasta este último ejercicio (+1,8%), en el que se percibió ya una cierta estabilidad. Cabe destacar que en la ciudad, tanto personas físicas como jurídicas están exentas del pago del impuesto de actividades económicas con una cifra de negocios inferior al millón de euros.

Otro termómetro de la evolución económica son las licencias de actividad que concede el Concello vigués. El año pasado sumaron 417, una cifra ligeramente inferior a las de los ejercicios anteriores (537 en 2016, 589 en 2015 y 582 en 2014) que se explica por la estabilización de algunos sectores y también por la mayor supervivencia de las empresas que se crean. Según las estadísticas municipales, de esas 417 el 48% (202) están relacionadas directa o indirectamente con la actividad comercial. Destaca también el número de licencias para oficinas (81), bares y restaurantes (48), sanidad (26), industria (13) y actividades educativas (10).

Las estadísticas de la AEAT y las licencias de actividad reflejan la evolución de los principales sectores económicos que, salvo excepciones, avanzan en su recuperación tras la crisis. La industria, por ejemplo, lleva varios años encadenando crecimientos liderada por la automoción, que en 2017 y a pesar de que todavía no se han consolidado los nuevos lanzamientos de la fábrica de Vigo del Grupo PSA ya registró volúmenes de producción precrisis (hay que remontarse a 2008 para encontrar un ejercicio con más ventas que 2017); o la construcción naval, que después de varias crisis estructurales y coyunturales (como la suspensión del antiguo tax lease) está creciendo a marchas forzadas con los mejores datos de contratación desde 2011.

El turismo se ha convertido en otro filón para Vigo. Las nuevas rutas aéreas subvencionadas por el Concello y la Diputación y el tirón de los tesoros naturales de la ciudad, como la Cíes, han llevado al aeropuerto de Peinador a superar ya el millón de pasajeros el año pasado y a los hoteles de la ciudad a batir sus mejores registros de ocupación, que podrían igualarse o incluso superarse este 2018, según las previsiones de los propios hosteleros. El comercio, la industria pesquera -que año tras año marca máximos de actividad- y la construcción apuntalan la economía local.