"En, desde y para Vigo". Estas palabras resumen la esencia de Aloya, un centro educativo forjado bajo los valores de la cristiandad, la calidad, el buen saber hacer y la innovación. Fueron cinco mujeres quienes allá por el año 1967 levantaron la primera piedra del que, 50 años después, constituiría uno de los centros educativos y también empresariales de mayor referencia en la ciudad. Más de 5.000 alumnos y un 90% de empleabilidad así lo avalan. "No encontré en ningún otro sitio lo que tiene Aloya, salimos con unos valores y una formación que me decían eres una "chica Aloya", tienes su sello", afirmó a través de un vídeo una antigua estudiante del centro de O Castro.

Medio siglo trabajando por mostrar y sacar lo mejor de cada alumno merecía una grata recompensa. Cerca de 300 personas quisieron agradecer esta dedicación en un conmemorativo -y a la vez reivindicativo- acto celebrado ayer en el Auditorio de Afundación. Y como no podía ser de otra manera, los tres pilares básicos que definen y acompañaron Aloya en esta carrera de fondo, la mujer, la empresa y la formación formaron el tridente bajo el que discurrió la celebración de este aniversario.

"El centro nació bajo la iniciativa de un grupo de mujeres que quisieron apostar en Vigo por jóvenes cuidadosamente formadas y comprometidas con el entorno, proyecto que no hubiera sido posible sin el apoyo de las empresas; somos muy conscientes de ello y es de agradecer", confesaba Estefanía Martínez- Broncal, directora del centro desde 2005.

Esta intrínseca unión con la empresa se ve reflejada en el cambio de rumbo para el presente curso. Decidió romper con su modelo educativo y apostó de lleno por la Formación Profesional. Ciclo superior de administración y finanzas, anatomía patológica o integración social son algunas de las múltiples especialidades que ofrecen, si bien más que el aprendizaje teórico son los valores personales a los que se les otorga especial importancia. Enseñan que no todo es el currículo, sino también el valor añadido de adaptarse a las circunstancias.Desarrollar el máximo potencial del estudiante, sacar su máxima capacidad o la competencia profesional de trabajar en equipo son algunas de sus señas de identidad. Y todo gracias al departamento asesor del que dispone, una persona que desde el inicio empuja al alumnado para lograr sus objetivos y metas.

El tejido empresarial lo sabe y por ello no ha dejado de confiar en Aloya desde sus comienzos. "El centro siempre mantuvo contacto con estas empresas para saber sus necesidades y trabajar con el alumnado en función de las necesidades del mercado", aseveró durante la presentación Diego Maraña.

Tras el agradecimiento y felicitación del delegado de la Xunta en Vigo, Ignacio López-Chaves, tomó la palabra Nuria Chinchilla, profesora e investigadora IESE Business School, quien reivindicó el papel de la mujer y cómo influiría su mayor presencia en el mundo empresarial. Una mesa redonda debatió a continuación sobre esta temática, muy apropiada para el momento actual, tal y como recordó la edil de Urbanismo María José Caride,al coincidir con el día internacional de la mujer el 8 de marzo.

La presidenta de Zona Franca Teresa Pedrosa, que echó de menos la presencia de más mujeres directoras en el ámbito privado frente al público, el presidente del Círculo de Empresarios, Juan Güell, la presidenta de las ejecutivas gallegas Carla Reyes y la gerente de RR HH de Garrigues, Laura Elorza, cerraron con sus intervenciones este foto.