Como no son tan severas como las bacterianas y tienen una índice de mortalidad muy inferior, cuando los profesionales detectaban una meningitis vírica no profundizaban más para conocer cuál era el virus concreto que lo había ocasionado. El Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, desde hace cuatro años y en el marco de un estudio multicéntrico nacional, identifica estos microorganismos en menores de tres años. En el pasado congreso de la Sociedad de Pediatría de Galicia, este grupo de profesionales del Álvaro Cunqueiro -con la doctora Antía Fiel como primera firmante- presentó una comunicación con los resultados, que recibió el primer premio.

El estudio detectó en un trienio a 39 menores de tres años con infección vírica del sistema nervioso. Los causantes en el 90% de los casos son los enterovirus. Solo dos de estos niños sufrieron secuelas neurológicas -uno con afectación motora y otro con alteraciones en el ámbito social y de comunicación. Son dos casos provocados por virus más agresivos -el parechovirus y el enterovirus D68, que se hizo famosa en 2016 en España por un brote en Cataluña-. "Aunque en la mayoría de los casos el pronóstico es bueno, es recomendable que el genotipado e identificación de estos virus se incluya de rutina en las infecciones del sistema nervioso central en lactantes" para "establecer una alerta y posterior control evolutivo de los niños afectados", según concluye este grupo de facultativos de Pediatría, que dirige el doctor Fernández Lorenzo.

En estos niños, la meningitis se diagnosticó con una edad de 8,6 meses de media. El 90% necesitó ingresar, con una estancia de 5.5 días de media. La mayoría de los casos -el 65%- se produjeron en primavera y verano. Esta patología cursa con fiebre -en el 87% de los casos-, vómitos -28%-, infección respiratoria alta -23%-, cefalea -20%- y erupción -8%-.