En 2017, entre el 7 de febrero y el 5 de marzo, en los juzgados de Vigo entraron más de 3.100 nuevos asuntos. Todos ellos siguieron su tramitación habitual, sin contratiempos. La situación es totalmente distinta este año. Ese período de prácticamente un mes -se cumple mañana- es el que llevan de huelga los funcionarios judiciales. Y salvo los casos considerados urgentes y ciertos litigios que se pueden tramitar de mano de los escasos trabajadores que no secundan el paro, el resto está paralizado. Ayer fue otra jornada de mucha inactividad. Al margen de los funcionarios obligados por los servicios mínimos, a los tribunales vigueses, según informaron los sindicatos, únicamente acudieron otras 41 personas a sus puestos de trabajo al no secundar el paro. Es una cifra superior a la de las primeras semanas -cuando rondaban la veintena-, pero que evidencia que, a pesar del paso de los días, el seguimiento de la huelga continúa siendo muy elevado.

Una de las situaciones de mayor inactividad se vive en los juzgados de Primera Instancia, donde los servicios mínimos son escasos. Aunque la Oficina de Registro y Reparto de Demandas ya ha turnado a estas salas demandas, en el servicio aún permanecen sin repartir en torno a 1.100 casos civiles. Entre los asuntos que competen a esta jurisdicción están los relativos a las cláusulas suelo. Tampoco se ha dado traslado de los exhortos, que son las solicitudes de otros juzgados instando a tribunales en este caso de Vigo la realización de alguna diligencia.

El reparto sí se está realizando con normalidad en otras jurisdicciones, como la laboral o la de lo Contencioso-Administrativo. Pero, aunque las demandas entran en las salas, eso no garantiza ni mucho menos que una vez allí se les esté dando trámite. Todo lo contrario. En muchos de estos juzgados el paro ha vaciado de personal las oficinas y solo se hace lo que estrictamente contempla el decreto de servicios mínimos. Y, de la misma forma que cientos de asuntos siguen sin tramitar por el paro, ayer continuaron suspendiéndose juicios. Y el conflicto aún no tiene fecha final.