El cabreo y la preocupación de los trabajadores de Transportes Souto por el cese de operaciones del mayor transportista gallego del automóvil se trasladó ayer a las puertas de la fábrica de Vigo del Grupo PSA en la primera de las tres concentraciones convocadas por los sindicatos. La compañía, con sede en Mos, suspendió su actividad hace unas semanas, está en preconcurso de acreedores y anunció su intención de aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo para la mayoría de la plantilla, compuesta por alrededor de 700 trabajadores. El total de afectados por la crisis aumenta hasta los 1.500 si se incluyen autónomos y pymes que operaban a través de Souto.

Varias decenas de afectados se manifestaron en los accesos a la portería principal de PSA por la mañana y por la tarde. Con esta acción, trabajadores y sindicatos pretenden involucrar en la resolución de la crisis a la filial logística de PSA y uno de los principales clientes de Souto, Gefco, que por otra parte también se ha visto afectada por la suspensión de operaciones de la histórica compañía mosense.

Tanto trabajadores como transportistas autónomos y pymes que operaban a través de Souto se han movilizado y están creando plataformas de afectados para ver cómo recuperan sus deudas. Fuentes sindicales señalaron ayer que el abogado que representa a la empresa no se ha puesto en contacto con las centrales y el comité de empresa para la negociación del expediente del ERE extintivo. De forma directa, Transportes Souto cuenta con 42 chóferes que daban servicio a la factoría viguesa a través de Gefco, de los cuales una decena, aproximadamente, siguen haciéndolo pero a través de otras empresas. A mayores, siete pequeñas y medianas empresas, con unos 106 conductores, trabajaban para Gefco por mediación de Souto, como avanzó FARO.