En diciembre de 2015 Pescanova SA ( vieja Pescanova) traspasó todo su negocio pesquero (72 barcos, 18 factorías, granjas acuícolas, la marca...) a los bancos para evitar su desaparición. Las entidades financieras crearon una sociedad, Nueva Pescanova, y reservaron un 20% del accionariado para los socios de la antigua matriz. Las relaciones entre ambas firmas nunca fueron buenas y el falso armisticio se rompió la pasada primavera. La banca decidió ampliar capital en 135 millones en Nueva Pescanova, pero la vieja no suscribió la operación. Pasó de un 20% del capital (valorado ahora según los fondos de inversión en más de 1.100 millones de euros) a un pírrico 1,65%. Se desató la guerra verbal... y la judicial. La vieja Pescanova llevó la ampliación a los juzgados con la esperanza de recuperar lo que habían perdido, pero la huelga del personal de Xustiza en Galicia ha dado al traste -de momento- con esta aspiración.

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra ha aplazado el primer juicio de Pescanova SA contra Nueva Pescanova SL. No hay nuevo señalamiento, según fuentes de la antigua matriz. La sesión estaba fijada inicialmente para este miércoles, y así lo había anticipado la Sociedad Anónima a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ya que ésta sigue cotizando en Bolsa. A día de hoy vale 29 millones de euros y cotiza a un euro por acción; sus socios calculan que, de recuperar el 20% de Nueva Pescanova, los títulos se dispararían hasta el umbral de los 10 euros. Un objetivo -o un deseo- que tendrá que esperar.

En la vieja Pescanova pretendían demostrar en sala judicial que el aumento de capital se ejecutó para beneficio de los bancos, principales accionistas de la pesquera, que canjearon deuda por títulos. A su juicio no habría sido necesaria si la dirección del grupo no hubiese incurrido en decisiones "perjudiciales", como la firma de un crédito al 15% de interés (conocido como supersenior) con el que Nueva Pescanova contrajo una deuda a 40 años de 300 millones de euros con los mismos bancos que dominan el consejo de administración. La versión del holding es opuesta: sin ampliación el balance no era sostenible, no se podría lanzar un plan estratégico y no habría inversión, como la de 42,5 millones con la que construirán siete barcos entre las gradas de Armón Vigo y Armón Burela. El juez decidirá, cuando toque.