Hay juzgados donde la huelga que protagonizan los funcionarios se evidencia con toda su crudeza. Con oficinas en las que ni se enciende la luz. Verdaderos páramos, sin un solo trabajador más que los que fijan los servicios mínimos y donde, además, esos trámites urgentes de obligado cumplimiento se producen de forma del todo excepcional. Un claro ejemplo son los tribunales de Primera Instancia. Pero tanto en estas salas como en las restantes de los edificios judiciales de Vigo hay despachos en los que la actividad, aunque alterada por las circunstancias, prosigue. Son los de los magistrados y letrados de la Administración de Justicia (secretarios judiciales), que no están convocados al paro. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con los fiscales. "Nosotros seguimos trabajando, sacamos casos y papel pendiente, pero está claro que sin los funcionarios la cadena se rompe, el sistema se resiente", coinciden magistrados y fiscales consultados por FARO.

La huelga cumplió ayer su séptimo día. Sindicatos y funcionarios llevaron la protesta al centro de Vigo, con una manifestación que discurrió desde Lepanto y hasta la delegación de la Xunta pasando por calles como Urzáiz y Colón. "La pelea va para largo, hay que aguantar", avisó un portavoz sindical a los casi 200 participantes. Entre los asistentes estaban responsables de la CIG o Rubén Pérez, portavoz municipal de Marea de Vigo, que registrará una moción en el Concello en apoyo de las reivindicaciones de los trabajadores judiciales.

Mientras esto ocurría, en los juzgados, salvo excepciones, la actividad seguía reducida a lo que obligan los servicios mínimos. Donde son más amplios es en el ámbito penal, donde por ejemplo ayer pasaron a disposición del juez detenidos de un operativo de drogas. Pero otra cuestión importante, una comparecencia de la pieza de Nigrán de la Operación Patos, tuvo que suspenderse al no ser trámite urgente.

¿Cómo afrontan los jueces la situación? "En Instrucción tenemos servicios mínimos más amplios; esta semana por ejemplo resolví y notificamos el recurso de un preso que solicitaba su libertad; y me acaba de llegar una petición de intervenciones telefónicas", explica una magistrada. También declaran casos complejos, resuelven sobre buscas y capturas... ¿Pero qué pasa con la materia que no es urgente? "Yo no tenía sentencias pendientes, pero sí resoluciones de recursos de reforma, providencias, autos de transformación en procedimiento abreviado...; los he redactado, pero no hay funcionarios y no se pueden notificar...", señala esta juez. Una letrada de la Administración de Justicia de la misma jurisdicción afirma que entre otras labores hace averiguaciones patrimoniales, cuestiones relacionadas con embargos, control de plazos de las causas, etc. "Pero lo que no es urgente no sale, no se notifica; cuando acabe el paro irá todo en aluvión", considera.

En las salas de Primera Instancia o de lo Contencioso casi no hay materia urgente. "Saco el trabajo pendiente, redacto sentencias, autos...; pero desde que arrancó el paro no me llegó ni un solo asunto nuevo ni tampoco pude celebrar juicios...", relata un juez de lo Civil. "Nos ponemos al día con lo atrasado", coincide otra magistrada, que avisa de que, cuando acabe el paro y haya que ponerse al día, el "sobreesfuerzo" afectará "a todos". "No solo a los funcionarios, a todos los profesionales que formamos parte del sistema, de esta cadena", concluye.