La salida al mercado de la nueva generación de furgonetas del Grupo PSA y Opel (el proyecto K9) estará precedida por millones de kilómetros de pruebas en carretera para asegurar la máxima calidad y fiabilidad de los tres modelos. En concreto, serán 200 los vehículos que se sometan a test en 2,5 millones de kilómetros en diferentes viales, como ya avanzó este periódico. También se realizarán rodajes "severizados" de 60.000 kilómetros en condiciones adversas para los coches, tanto en centros de ensayo como en exteriores.

El K9 comenzó sus pruebas de carretera en Vigo el pasado octubre, con modelos camuflados como el de la imagen que acompaña a esta información ( cazado ayer mismo en una carretera próxima a la factoría). Antes, los prototipos fueron testados en la factoría (en un circuito interno), en los centros de I+D de Francia y en zonas de alta montaña, como Sierra Nevada. En total, antes del lanzamiento se habrán probado unas 200 unidades en 2,5 millones de kilómetros para testar el comportamiento de los vehículos y anticiparse y corregir posibles fallos. Los rodadores de Balaídos suelen utilizar vías secundarias en las pruebas.

A mayores, se han planificado rodajes "severizados" de 60.000 kilómetros en condiciones adversas para los vehículos, así como ensayos en laboratorio para comprobar las resistencias. Lo que se persigue es que la calidad recibida por el cliente sea la mayor posible, hasta el punto de que pueda percibir como nuevo uno de estos vehículos con tres años de antigüedad. En el proceso de fabricación también se controlarán hasta 1.800 características funcionales de cada unidad que salga de la planta de Balaídos y se revisarán 50 unidades por modelo y día.