Las nuevas rutas de Peinador, con los enlaces de la low cost Ryanair a países como Italia o Irlanda, un parte meteorológico que destacó por la falta de lluvia y altas temperaturas, el "tirón" cada vez mayor de las Islas Cíes, el empuje de citas como Conxemar u O Marisquiño, el repunte de congresos, la mejora de la economía, el "efecto Europa League" y la llegada a Vigo de cientos de aficionados europeos... 2017 dejó un "cóctel" perfecto para los hoteles de la ciudad, que vivieron su mejor ejercicio en años.

Lo reconoce el sector, con sus impresiones y balances. Y lo corrobora el Instituto Nacional de Estadística (INE), que -a la espera de que publique esta semana los datos del cierre de diciembre- ha ido mostrando mes tras mes un sólido aumento de la afluencia de viajeros. En noviembre el observatorio estatal anotaba ya cerca de 400.000, el mayor nivel desde que hay estadísticas -las primeras disponibles se remontan a 2005- y muy por encima de 2013, cuando la crisis hizo que el sector tocase fondo.

Junto a las percepciones de los hoteles y las estadísticas elaboradas por el INE o la Diputación, hay otro indicador de cómo evoluciona el sector: la oficina de turismo del Concello, situada en la Estación de Ría, en A Laxe. Allí 2017 dejó un volumen de actividad como no se recordaba en años. Según los datos recabados por sus técnicos, entre enero y diciembre acudieron en busca de información 25.100 turistas, un millar más que en 2016.

El dato muestra además un incremento del 83% desde 2013, año en el que la oficina atendió solo a 13.711 personas. La recuperación desde entonces ha sido constante, aunque con diferentes velocidades. Entre 2013 y 2014, por ejemplo, la actividad del Centro de Recepción de Visitantes (CRV) se disparó un 30%. Al año siguiente lo hizo un 10% y un 22% entre 2015 y 2016. En el último año y pese al gran incremento que reflejan las tablas del INE, el aumento fue apenas del 4%. Esa "frenada" puede explicarse por la caída del tráfico de cruceros. Según los datos de Puertos del Estado, entre enero y noviembre pasaron por los muelles olívicos 142.300 cruceristas, un 13,1% menos.

De los 25.100 turistas que pasaron por la oficina de A Laxe, la inmensa mayoría eran españoles procedentes de otras partes de Galicia o del resto del país. Solo el 35% eran visitantes extranjeros. Aunque el número de foráneos es muy superior al de otros años -dobla por ejemplo al de 2013-, ha descendido un poco con respecto a 2016, cuando los técnicos municipales informaron a 200 más. Sí aumentan, en 1.200, el número de usuarios españoles. Destacan en especial los madrileños (3.500), catalanes (2.200), castellanoleoneses (1.900), andaluces (1.800) y vascos (1.600).

Entre los viajeros llegados de fuera de las fronteras españolas, sobresalen los ingleses (1.800), portugueses (900), franceses (840) y argentinos (800). Las rutas de Ryanair a Italia -este verano hubo vuelos con Bolonia y Milán-, además del enlace que operó Air Nostrum con Roma, también se dejaron sentir en los mostradores de A Laxe. Por el CRV desfilaron 700 italianos, frente a los 562 anotados un año antes.

Esos datos permiten a la oficina de turismo aproximarse a sus mejores resultados desde que abrió sus puertas, en noviembre de 2010. Durante su primer año completo, en 2011, el centro logró atraer a casi 25.800 personas, una marca que no ha vuelto a conseguir. 2017 es el primer año en el que el servicio consigue pasar de nuevo de los 25.000.

Los informes elaborados por los técnicos de la CRV confirman también que a lo largo del año Vigo se nutre principalmente del turismo de proximidad. La mayoría de los visitantes llegan a la ciudad en coche, aunque más de un millar y medio de los que acuden a la oficina aseguran haber llegado en avión.