En el extenso currículum de este viola valenciano destaca el Primer Premio en el concurso Binacional Francia-España, Bayonne 1995 o la invitación de la American Viola Society al Internacional Competition de Chicago 2001. La Vigo 430 le invitó hace un par de temporadas a tocar con su Ensemble y se entendieron. Hoy, a las 20.30 horas, regresa como solista con la orquesta. Sustituye a Amihai Grosz, que ha cancelado su presencia por "motivos familiares".

-¿Qué transmite el "Concierto para viola y orquesta" de Walton, que interpretará con la Vigo 430?

-En el encabezamiento pone "A Christabel", que sabemos que es un amor no correspondido del propio Walton. Es muy nostálgico. El primer movimiento y el tercero transmiten una idea de un amor no alcanzado, muy platónico. Es un lenguaje muy violístico, porque la viola se caracteriza por su timbre melancólico y aterciopelado. Casan muy bien.

-¿Para interpretar diferentes sentimientos, un músico necesita estar en la misma onda?

-Pasa un poco como la actuación de teatro. Hacen una interpretación con palabras y gestos y para nosotros es a través del lenguaje del sonido. Somos actores del sonido. Es así como llegamos al público para despertar emociones. Evidentemente, si lo has vivido antes, es más fácil comprenderlo y tener una idea clara de lo que quieres transmitir. Luego están los argumentos propios de la música, de cómo poder llegar a trasladar eso, pero en realidad es muy semejante a lo que hace un actor..

-Hay actores que se enmarcan en el género cómico, otros en el dramático? ¿Los músicos también? ¿En cuál estaría usted?

-A los músicos, por supuesto, se nos dan mejor unos estilos que otros. Yo me siento cómodo con el siglo XX, que es también donde la viola ha tenido más éxito por parte de los compositores que le han dedicado más atención.

-¿Considera que ocupa el espacio que merece en la actualidad?

-Poco a poco, vamos llegando al espacio que merece. Estamos cerca. Antes, en grandes auditorios, no se programaba ni un solo concierto de viola al año y hoy en día, al menos uno o dos suele haber. Ya es algo. Es verdad que el piano, el violín y el violonchelo siempre van a estar más presentes; eso no va a cambiar, porque tienen más repertorio escrito y hay más interés por parte del público.

-¿Qué tal casa este concierto con la "Sinfonía nº 5" de Shostakovich, que luego interpretará la orquesta?

-Yo también me he hecho mucho esta pregunta, porque en octubre asistí a un concierto de la Orquesta de Valencia, en su Palau de la Música, con Joaquín Riquelme como solista, en el que hacían exactamente el mismo programa. He empezado a entenderlo. En el concierto de Walton aparece un motivo temático con notas en nomenclatura alemana DSCH (Re Mib Do Si) que significa Dimitri Shostakovich, y que el propio Shostakovich ultilizó en algunas de sus obras.