Las demoliciones que permitirán ampliar la terminal de vehículos de Bouzas arrancarán a finales de este mes. Esta es la previsión de los técnicos de la Autoridad Portuaria tras resolver ayer la adjudicación del concurso para acometer los derribos a la firma ourensana Graniorega S.L. por importe de 214.000 euros. A la conclusión de estos trabajos se procederá al retranqueo del cierre perimetral del recinto Ro-Ro junto a la reordenación de los accesos, dos de las actuaciones contempladas dentro de la segunda fase del proyecto, licitada en 1,5 millones.

Graniorega dispone de tres meses para despejar la superficie de más de 7.000 m2 que ocupan en conjunto las edificaciones a derribar. Desaparecerán los llamados "Almacenes para Armadores" (5.702 m2); un edificio de oficinas de la Autoridad Portuaria donde se integra como anexo el bar "El Precio Justo" (1. 122 m2); y dos pequeñas casetas situadas en las inmediaciones que suman 53 m2 aproximadamente.

Estas demoliciones provocarán un cambio sustancial en la visión del estacionamiento desde los viales que conducen al muelle de reparaciones. Pero solo es el primer paso de un proyecto, según indica la memoria, emprendido con la finalidad de incrementar la eficiencia de la terminal, preparándola para futuros incrementos de tráfico basados en particular en la proyección de la autopista del Mar entre Vigo y Francia y su extensión a Tánger, y para nuevas líneas o servicios marítimos, "así como para mejorar la intermodalidad de la terminal con la carretera". Sobre esta última precisión inciden los técnicos de Praza da Estrela al conceder mayor importancia a la reordenación de la terminal derivada de la ampliación que a los 3.000 m2 que ganará por sumar el espacio de las edificaciones derribadas.

Esta segunda fase, licitada por 1,8 millones, todavía no ha sido adjudicada por la presentación de bajas temerarias que están siendo analizadas desde hace una semanas. Aparte del retranqueo de la verja hasta integrar todo el vial que conduce hacia el muelle de reparaciones, el proyecto incluye la creación de una nueva entrada a la terminal Ro-Ro sobre el ámbito ocupado por el edificio de oficinas del Puerto. En cuanto a la salida, continuará situada junto a la sede del consorcio de la Zona Franca pero únicamente servirá para abandonar el estacionamiento, no como hasta ahora, habilitada también para acceder.