"Todas podemos ser Diana Quer". La frase invita a la reflexión, pero no a esos pensamientos vacuos, rápidos, sino a los que piden tiempo, a los que demandan ser un poso en cada persona y en la sociedad.

En la tarde de ayer, cuando el reloj ya había marcado las 19.30 horas, en medio del ajetreo de la calle peatonal de Príncipe, en Vigo, un grupo de mujeres plantearon esta cuestión de forma escénica.

Su arma fue una performance. Una de ellas comenzó a andar con varias detrás dándole consejos para su "seguridad personal", recomendaciones que tenían una eje común: "ten cuidado". Muchos transeúntes no acababan de entender qué se estaba poniendo en escena; otras muchas, comprendieron de sobra y de inmediato.

"Nosotras tenemos que poder movernos con total libertad; nosotras queremos ser iguales a los hombres", explicaba Bea Tato, portavoz de la Marcha Mundial das Mulleres, el colectivo que organizó la performance de ayer y que firma un comunicado y una campaña con el título "De volta á casa, quero ser libre, non valente".

"Diana Quer no volvió a su casa en Boiro el 21 de agosto; Elisa Abruñedo, Socorro Pérez y otras muchas tampoco. En el caso de Diana, se detuvo al asesino debido a que intentó agredir a otra mujer y no pudo; en el caso de Elisa y Socorro, su asesino sigue libre y su caso sin resolver. Nuestra memoria almacena cientos de mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres", reza el texto de la campaña.

En el mismo, hay una reivindicación clara que ayer recalcaron en la performance: que las mujeres asesinadas sean incluidas como víctima de violencia machista "a todos los efectos y sin ambigüedades. En 2017, no fueron 48 mujeres asesinadas como reflejan los datos oficiales, fueron 98".

Desde la Marcha Mundial das Mulleres, critican "el circo mediático" que se ha formado en casos de desapariciones como el de Diana Quer y las tres niñas de Alcácer. "El morbo y las elucubraciones cargadas de sexismo -señala la campaña- llenaron horas de televisión sensacionalista donde se cuestionaba a la víctima y a las familias. Cómo iba vestida, a las horas a las que estaba en la calle, que hacía sola por la noche... Siguen culpabilizándonos de que nos agredan y siguen nutriendo la cultura de la violación y el feminicidio".