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Uno de cada cuatro desahucios afecta a pequeños comercios, la mayoría en alquiler

-Los lanzamientos por impagos afectaron a medio millar de vigueses - Los desalojos de viviendas ocupadas, cada vez menos frecuentes

Viviendas, fincas, habitaciones e incluso locales comerciales. Los lanzamientos siguen a la orden del día en la ciudad viguesa, al tramitar el Servicio Común de Notificaciones y Embargos de media casi dos desalojos diarios. Sin embargo y como viene ocurriendo desde 2010 -cuando se rozó los 600- los desahucios han vuelto a caer y 2017 finalizó con 528, un 2% menos que el ejercicio anterior. En total, funcionarios y Letrado de la Administración de Justicia de este servicio ejecutaron 546 procedimientos contra inquilinos morosos. Y es que la tendencia actual para por que la mayoría de desalojos son por impagos en la renta del alquiler frente a los propietarios que no abonan su hipoteca, ya una minoría.

El abanico de bienes inmuebles sobre los que pesa la orden judicial de desahucio es muy amplio si bien los pisos y viviendas continúan siendo las más habituales. Sin embargo llama la atención que uno de cada cuatro desahucios afecte de media a pequeños negocios o locales comerciales. Por ejemplo, en la jornada de ayer se ejecutó el lanzamiento de tres domicilios habituales y un bajo comercial. Frecuentes eran también en años posteriores a la crisis que estos locales estuviesen regentados por pequeñas empresas familiares cuyos dueños no pudieron hacer frente a los pagos del alquiler o hipoteca contraída. En todo caso, desde la oficina judicial apuntan que en esta ejecuciones hipotecarias, los desahucios que afectan a viviendas ocupadas por familias son ya una excepción. Situación similar a lo que ocurre con los domicilios frecuentados por okupas. Fuentes judiciales señalan que esta práctica está cada vez más desaparecida, al encontrarse en este año tan solo un okupa que llegó a abandonar el local en cuanto se produjo la orden de desalojo al igual que la de encontrarse animales o mascotas en el inmueble. La última vez que sucedió -según precisan desde el servicio judicial un par de semanas- el perro que hallaron en la vivienda fue acogido por la vecina de al lado, que resultó ser madre del desahuciado.

Un lustro de descenso

Antes del estallido de la crisis, los datos de desahucios y embargos en el partido judicial vigueses se mantenían por debajo de los 300. Sin embargo fue a partir de los ejercicios 2009 y 2010 cuando estas cifras se dispararon llegando a los 580 desalojos -alcanzando un máximo de 593 en 2014- y hasta los 2.000 embargos. Desde este punto y con la llegada de una cierta estabilidad al mercado económico y laboral, el número de lanzamientos se ha estabilizado.

Lo que sí se produjo fue un cambio de tendencia. Si estos por no abonar la mensualidad de la hipoteca eran cuantiosos, ahora se han desplomado a raíz de varias reformas legales. Los lanzamientos instados por caseros contra sus inquilinos por falta de pagos del arrendamiento del domicilio o bajos comerciales. copan ahora la mayoría de las razones que llevan al desalojo. "Los lanzamientos sí han bajado pero muy poco en respecto al año anterior, están en una situación estable. El impago de los alquileres siguen siendo lo que más desahucios causa una vez estalló la crisis al haber muchos más alquileres que pisos hipotecados", argumenta Fernando Varela, Letrado de la Administración de Justicia del Servicio Común de Notificaciones y Embargos sito en el Casco Vello.

Por su parte, los embargos sí continúan su particular caída libre iniciada en el 2013. En el año 2017 se registraron un total de 434, un 21% menos que el periodo anterior y menos de la mitad de los registrados hace cinco años, cuando sumaban 1.213.

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Ejecución de embargos a través de los juzgados

  • Una cifra que a tenor de las estadísticas llama particularmente la atención es la caída en el número de embargos que se han tramitado (434) y ejecutado (457) en el año 2017. Podría significar que la cifra de embargos de bienes registrada por el Servicio Común de Notificaciones y Embargos se ha reducido de forma notable, sin embargo se trata de una cifra engañosa. Y es que ahora estos procedimientos se gestionan de una forma diferente. Es el propio juzgado el que puede realizarlo de manera telemática al notificar oficios desde las propias dependencias judiciales. Esto explica porqué la sede del Casco Vello ejecuta menos embargos que hace unos año. Por su parte, el trasiego de papeleo entre dependencias era constante hasta hace poco más de un año, donde un programa informático ha facilitado las comunicaciones de los procedimientos entre ambos servicios. Fue testado por el Juzgado de Primera Instancia 11, donde el papel 0 está instalado por completo.

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