Desde que hay registros, nunca se había vivido un año tan parco en lluvias como 2017. El calendario encadenó semanas enteras sin una sola gota y los embalses redujeron sus reservas de agua hasta niveles históricos. La mejor prueba de la sequía que azotó la comarca es que Xunta y Concello se vieron obligados a adoptar medidas para garantizar el suministro de los hogares. A pesar de ese panorama, 2017 dejó también días en los que fue necesario sacar el paraguas, enfundarse en el impermeable y rescatar del armario las botas más gruesas y resistentes. Según los datos recabados por Meteogalicia, hubo 11 días en los que se recogieron casi el 40% de todas las precipitaciones del año. Solo en diciembre, un mes que arrancó sin una gota de agua pero que dejó jornadas con intensos diluvios gracias a la borrasca "Ana", se acumuló la cuarta parte de las lluvias del año.

La estación que Meteogalicia tiene en Avenida de Madrid anotó 11 días en los que se superaron los 20 litros por metro cuadrado (l/m2), durante los que se recogieron 310,6 l/m2, casi el 40% de los 784,9 contabilizados a lo largo del año. Datos muy similares se obtuvieron en la estación situada en el campus, donde los datos son bastante superiores. Allí los técnicos anotaron 13 jornadas que sumaron en total 521 l/m2, el 41% de lo recogido entre los pasados enero y diciembre.

El grueso de los días más lluviosos se concentró en febrero, noviembre y diciembre. Según este último observatorio, la jornada más intempestiva se vivió el domingo 10 de diciembre. En solo 24 horas, Meteogalicia registró 111,8 l/m2. En Avenida de Madrid el dato también fue especialmente abultado: 65,6 l/m2. El repunte coincide con el temporal "Ana", que dejó fuertes rachas de viento e intensos aguaceros. Además de un parte de incidencias por toda la comarca, la borrasca permitió paliar la grave sequía que padecía la ciudad. Los 163 l/m2 que llegaron a anotarse en Fornelos de Montes, municipio donde se encuentra la presa de Eiras, permitió frenar el preocupante descenso de reserva que encadenó durante semanas el embalse.

Si una semana antes Augas de Galicia informaba de que la presa permanecía al 37,12% de su capacidad -una marca sin precedentes, al menos desde que hay registros-, tras el paso de "Ana" el volumen de agua embalsada se había disparado hasta el 73,4%, cerca del 77,7% que marca el tope máximo fijado para esas fechas. La presa de Eiras también notó los efectos de la borrasca al pasar del 33 al 38%.

Diciembre continuó con jornadas pasadas por agua. Unos días después, el jueves 14, se sobrepasaron en el campus los 35 l/m2; y 24 horas después de Navidad se rozaron los 50. A pesar de esas jornadas en las que el paraguas se hizo imprescindible, 2017 será recordado por su parquedad en lluvias. Abril, por ejemplo, el mes de las "aguas mil" según el refranero popular, se cerró con solo tres días con precipitaciones durante los que se recabaron 7,9 l/m2, muy lejos de los datos de años pasados. En 2016, por ejemplo, se lograron 159,2 l/m2.