Más de 250 personas, entre cargos institucionales y representantes del mundo de la política, la empresa y la sociedad de Galicia, participan hoy en el acto convocado en Vigo por el Celtapara escenificar el impulso a sus dos proyectos estratégicos de futuro: el nuevo Balaídos y la construcción de la ciudad deportiva en Mos.

El evento, que se desarrolla en Alcabre, cuenta con la presencia del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el alcalde vigués, Abel Caballero, así como con el presidente del club, Carlos Mouriño, y otros miembros de la directiva celeste, como ya avanzó este diario.

El acto servirá para hacer oficial el apoyo de las distintas administraciones a los planes de futuro del Celta, que pasan por la concesión a largo plazo -entre 40 y 50 años- del estadio municipal de Balaídos, en plena reforma a cargo del Concello de Vigo y la Diputación de Pontevedra, y por la construcción de una nueva ciudad deportiva en Mos. De hecho, el sábado habrá otro acto en el multiusos mosense para exponer el proyecto, cuyos terrenos se están negociando en la actualidad con las comunidades de montes de Tameiga y Pereiras.

Al Pazo Os Escudos acuden la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el presidente de la Cámara gallega, Miguel Ángel Santalices, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, el teniente de alcalde de Vigo, David Regades, el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Ramón Lete, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, y el presidente de la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán, entre otros. Hay igualmente representación de todos los municipios de la comarca y de los principales sectores económicos de la comunidad.

Está previsto que Caballero, Feijóo y Mouriño se dirijan a los más de 250 invitados para expresar su férreo apoyo al club de fútbol vigués, que tras los acuerdos alcanzados consigue por una parte anclar su permanencia en el municipio que lo vio nacer y en el estadio de Balaídos, y por otro, crecer a nivel deportivo con la nueva ciudad deportiva de Mos, lo que le permitirá redoblar su apuesta por la cantera.

El Celta ha logrado encauzar la viabilidad urbanística de este proyecto, que incluye diez campos de fútbol, un miniestadio para el Celta B, un edificio de oficinas y residencia y un centro comercial, decisivo para costear su desarrollo y convertir el complejo en una importante fuente de ingresos para el club. El club siempre ha defendido que su futuro pasaba por encontrar nuevas fuentes de negocio, al margen de las deportivas, con las que sostener su crecimiento y poder competir en igualdad de condiciones con la mayoría de equipos de Primera División.

En cuanto a Balaídos, el Concello prepara una concesión por 40 o 50 años para darle además estabilidad al club y enraizarlo aún más en la ciudad. El Celta tendrá que pagar un canon por el uso del campo, para el que ya estaba aprobada la reforma de las gradas de Gol, Marcador y un parking para un millar de plazas, con una inversión de 30 millones por parte de Concello y Diputación. Caballero recordó ayer que solo está pendiente del proyecto técnico de estas dos gradas y del aparcamiento subterráneo para resolver las condiciones de la concesión.