Para garantizar la seguridad absoluta de las comunicaciones y que esta se mantenga en el tiempo pesar del desarrollo tecnológico futuro, uno de los últimos avances es la aplicación de principios de la mecánica cuántica a la criptografía. Se publica en la revista "Nature Communications" y está firmado por Marcos Curty, investigador del atlanTTic, en colaboración con Toshiba y las universidades de Cambridge y Edimburgo. El nivel de confidencialidad es tan alto que no podría ser quebrantado "ni con toda la capacidad computacional existente", destaca.