La alarma surgió la semana pasada en Navia cuando un grupo de vecinos llamó al 010 avisando de que el agua de las viviendas tenía un color inusualmente oscuro. El propio PP preguntó en el Pleno del pasado miércoles por esta cuestión, pero el alcalde reiteró ayer que este "episodio" fue aislado y lo produjo una obra. No tenía nada que ver con la escasez de agua embalsada, como sí ocurre ahora con la turbidez que muchos vecinos empiezan a notar en sus domicilios, tanto del centro como de las parroquias. FARO ha localizado varias imágenes de afectados que demuestran el color amarillento del agua, una circunstancia llamativa, pero por ahora sin ninguna consecuencia sanitaria.

"El agua es perfectamente potable", garantizó ayer Abel Caballero, que atribuye el color actual a que "el agua de la presa se va fijando al fondo y pierde calidad", pero sigue siendo "100% potable y es apta para el consumo", reiteró. Un informe de Aqualia emitido el viernes fija en 21 los días de suministro de agua potable que están garantizados en Vigo debido a que por debajo de la cota 210 los valores de hierro serían excesivamente altos para consumo. Pero se esperan precipitaciones para los próximos días y junto a la reducción del caudal el margen va a incrementarse.