Los trabajadores de la empresa pública Galaria han sido citados esta mañana para conocer a la persona que asumirá su Gerencia. Ayer salió a la luz el nombre de la exconselleira Rocío Mosquera y la Consellería de Sanidade no lo desmiente. De hecho, aunque advirtió que "no está cerrado", el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendió su candidatura por tratarse de una persona "de la casa" y que "acredita profesionalmente un conocimiento previo".

Él la destituyó solo diez días después la conclusión del polémico traslado al Álvaro Cunqueiro y después de que la población viguesa la reprobara en las calles. La noticia de su nombramiento causó sorpresa en Vigo donde también irritó a los profesionales retirando 300.000 tarjetas de la población de referencia para beneficiar a Santiago. Algo que aún no se ha revertido.

El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, es también el presidente de Galaria y puede nombrar a su gerente por designación por libre designación si se trata de un funcionario, como es el caso. Su antecesora es inspectora médica con plaza en el área compostelana. Feijóo defiende, además, que está "acreditada desde el punto de vista de la gestión" en el ámbito público. Accedió a la Dirección de Atención Primaria de Santiago con Fraga y, tras un paréntesis en la sanidad privada, regresó en 2009 como gerente del Sergas. Ascendió a conselleira en 2012. La cesó en octubre de 2015, un mes después de la histórica manifestación que colapsó el centro de la ciudad en defensa de la sanidad pública y contra la gestión del traslado al Cunqueiro. El presidente gallego reconoció que lo hizo tras "escuchar" a una sociedad que pedía soluciones a las "incidencias".

No era la primera vez que la gestión de Rocío Mosquera levantaba ampollas entre los profesionales de Vigo. A finales de 2013, su consellería decidió el desvío a Santiago de 300.000 tarjetas de la población de referencia del área sanitaria. Esta decisión, que aún no se ha revertido, afecta a siete de las especialidades con más requerimientos tecnológicos: Cirugía Pediatría, Cirugía Plástica, Cirugía Torácica, Maxilofacial, Neurocirugía infantil y Cirugía Cardíaca y Cardiología intervencionista. Las dos últimas, por aquel entonces, dependían de Galaria -hoy están integradas en el Chuvi- y sufrieron un detrimento de sus presupuestos por esta pérdida de pacientes.

Mosquera sumirá ahora el puesto que dejó vacante, hace un mes, María Luisa Brandt, al fichar por el Hospital Povisa. Con la mayor parte de su actividad en el Meixoeiro, se trata de la única empresa pública que gestiona servicios asistenciales en la comunidad: Oncología radioterápica en el Meixoeiro; Medicina nuclear en Vigo y Ourense; y resonancia magnética en el complejo vigués -aunque se ha integrado funcionalmente con Radiología del Chuvi- y con unidades móviles en hospitales comarcales.

El origen de Galaria está en el Instituto Galego de Medicina Técnica (Medtec), que se creó con Alberto Núñez Feijóo en la Secretaría xeral del Sergas.

El objetivo, anunciaron, era facilitar la adquisición de tecnología en unidades de alta especialización. En verdad, es una herramienta útil para poder sacar el máximo partido a estos equipos con contratos de personal que no son posibles en la plantilla del Sergas. Esta empresa pública parecía tener los días contados cuando, en 2008, la Xunta la rebautizó como Galaria, decretó su disolución y anunció que el Chuvi asumiría sus unidades clínicas. Sin embargo, acaba de cumplir su vigésimo aniversario. Mosquera fue una de las que defendió públicamente que se mantuviera y fue uno de los temas que le enfrentó al anterior gerente del área viguesa, Mario González González, que decidió marcharse a pocos meses de la apertura del Cunqueiro.