Un total de 32 implicados y el decomiso de 300 kilos de pez espada de talla ilegal (la mayoría procedente de barcos portugueses), y unos 100 kilos de piezas de lomo de atún carentes de documentación de trazabilidad que amparara su legal identificación para el consumo humano. Este es el balance de la Operación Govi contra la descarga y venta ilegal de pescado en el puerto de O Berbés.

Una trama en la que, según los investigadores, además de los siete detenidos a finales de octubre, están implicados al menos siete armadores y 18 policías portuarios del muelle, incluidos varios jefes de servicio. La investigación destapó que, a cambio de facilitar la descarga de pescado irregular, los policías presuntamente recibían dádivas o regalos; y que también recibían sobornos por avisar de las inspecciones previstas. Pero también se descubrió la persecución a quienes se negaban a la extorsión y las trabas que se les ponían para realizar su trabajo profesional en el muelle.

En este sentido La Guardia Civil ha identificado a varios afectados económicamente "por haber sido extorsionados por varios jefes de servicio de la Policía Portuaria y otros agentes jerárquicamente subordinados que, al parecer, les exigían sobres con dinero y otros regalos en especie, fundamentalmente marisco o pescado".

El perjuicio económico que causaba la extorsión, según recoge el atestado policial, se incrementaba de forma sensible porque todo el pescado que recibían a modo de regalo se vendía en la misma lonja "a precios muy bajos, compitiendo deslealmente con los demás puestos del mercado".

Pero lo que más ha sorprendido a los investigadores es "la impunidad con la que se realizaba la venta de este pescado en la lonja por parte de una persona no autorizada, a la vista de todos, sin pagar tasas, sin extender facturas y, obviamente, sin poder acreditar su trazabilidad y las garantías sanitarias exigibles para su consumo. Se trata de una mujer vinculada a las descargadas y detenida a finales de octubre en la primera fase de la operación. Al parecer, actuaba como intermediaria entre armadores y agentes: supuestamente se encargaba de recoger los regalos -el pescado- de los policías y venderlo, repartiendo el dinero obtenido entre esos efectivos.

La primera fase de la operación se desarrolló los últimos días de octubre con la detención de siete personas, entre los que se encuentran cuatro jefes de servicio de la Policía Portuaria y el capataz de la Cooperativa de Armadores de Vigo. Las últimas actuaciones realizadas esta misma semana llevan a la Guardia Civil a considerar desmantelada la trama de supuesta venta ilegal de pescado en el muelle de O Berbés. Los 32 investigados, antiguos imputados, afrontan cargos, según su actuación, de grupo criminal, cohecho, declararán ante el juez de Instrucción 4 de Vigo cuando sean citados. Los investigadores consideran "inestimable" la colaboración de la Autoridad Portuaria de Vigo durante el desarrollo de la operación, así como de la delegación de Guardacostas.