Las reservas de los embalses de Eiras y Zamáns siguen en mínimos históricos y la Xunta ofrecerá hoy dos alternativas a los concellos de la cuenca Galicia Costa afectados por la sequía para definir el punto exacto desde el que se realizará el trasvase de agua desde el río Verdugo hacia la red viguesa. "Se reforzará el caudal de la presa de Eiras a través de un sistema de bombeo puntual menos agresivo que el azud", defienden desde la Consellería de Medio Ambiente, que estima entre tres y tres meses y medio el plazo necesario para construir esta nueva canalización. El objetivo es proporcionar un caudal extra al embalse del que se abastecen más de 400.000 vecinos de la comarca de Vigo a partir de febrero o marzo del próximo año.

Augas de Galicia convocó para hoy a los alcaldes de Vigo, A Lama, Baiona, Cangas, Fornelos, Gondomar, Moaña, Nigrán, Ponte Caldelas, Redondela, Soutomaior, Vilaboa, Porriño, Mos y Oia en la Delegación de la Xunta en Areal para informarles de la ejecución de esta nueva infraestructura y elegir la altura del río Verdugo a partir de la cual se bombeará agua hacia Eiras. De ello dependerá el coste final de la actuación y la potencia necesaria para "impulsar" agua hacia la red viguesa. "Ninguna de las dos opciones necesitan azud, lo que permite agilizar la obra y tiene un menor impacto ambiental al no supone un nuevo obstáculo en el cauce del río", defienden desde Medio Ambiente, que evita por ahora poner cifras a la inversión necesaria, aunque deja claro que se solicitará la participación económica de los ayuntamientos. La Xunta asegura que está "en disposición de asumir la máxima cofinanciación de cualquiera de los dos proyectos", quedando ahora por determinar lo que aportaría cada parte. Su argumento es que el abastecimiento es una competencia municipal, como recogen los artículos 5 y 27 de la Lei de Augas de Galicia.

El Ejecutivo gallego responde de esta forma a la solicitud formulada por los alcaldes de PSOE, BNG y Marea de realizar un trasvase de emergencia a Eiras sin descartar la construcción de un azud solicitado por Vigo como solución a largo plazo para nuevos episodios de sequía. Esta fórmula no llegaría a tiempo para paliar los problemas actuales porque tardaría medio año en construirse con un coste de algo más de cinco millones.

En lo que mantiene reticencias es en la petición también unánime de los regidores de rebajar el caudal ecológico. Medio Ambiente insiste en que no se adoptará esa decisión hasta que se "certifique" con datos que no hay más alternativas para reducir los consumos y ayer por la tarde criticaron que las estadísticas de Vigo acababan de llegarle. En la reunión de hoy confirmarán si autorizan o no a reducir el caudal de salida de Eiras de 595 litros/segundo a 150 como se hizo en el año 2011. Sostienen que de tomarse esta decisión sin datos concretos sobre la mesa "podría incurrirse en un delito ambiental".

El alcalde de Vigo considera que hoy es el día límite para afrontar esa rebaja puesto que el área ya solo tiene garantizado el consumo para 73 días y advierte que se está "a cinco o seis jornadas" de entrar en el siguiente nivel de alerta por sequía denominado de "escasez severa" y que obligaría a particulares y empresas a adoptar medidas adicionales para ampliar su "tope de ahorro". Esta escalada también obligaría a informar por carta a todos los ciudadanos y daría luz verde a la rebaja del caudal ecológico de los ríos que pide Vigo. "Llevamos meses tirando al mar la mitad del agua que consume el área de Vigo cada día por culpa de la negligencia de la Xunta", denunció ayer Abel Caballero, que solicitó la adopción de esta medida por primera vez el 18 de octubre. Desde entonces ha llegado de cifrar en treinta días el suministro que se ha desperdiciado. Caballero pretende que se aproveche la actual crisis para resolver con nuevas infraestructuras nuevos episodios de sequía en el futuro.