Los perros tienen una inteligencia que les permite percibir las emociones que les rodean y, al mismo tiempo, son capaces de cambiar estados de ánimo. Así lo ha constatado el jefe de Psiquiatría del Chuvi e investigador de la Fundación Biomédica Galicia Sur, José Manuel Olivares. Sin embargo, no hay ningún estudio que haya comprobado sus beneficios en el tratamiento de pacientes. Con la Asociación DOA de Saúde Mental y los terapeutas caninos de Con. Tacto, tratarán de demostrarlo científicamente en personas con enfermedad mental grave.

Durante un período de seis meses, recogerán los cambios que en doce usuarios de DOA provoque la terapia con Trasto -un golden retriever- Budi y Trece -dos border collies-, que los visitarán una vez a la semana. Para ello, la psiquiatra e investigadora Tania Rivera ya ha sometido a los pacientes a una evaluación previa y controla su estado basal, conociendo sus inquietudes y miedos. Complementarán esta observación con pruebas moleculares para comprobar la correlación. Está financiado por la farmacéutica Janssen.

Laura Pazos, directora de Con.Tacto, destaca que "hay gente reticente a estas terapias" y espera que el estudio sirva para "que se sepa que hay una alternativa real": Olivares destaca que se trata de un complemento a la medicación que "puede servir para desbloquear situaciones o sensaciones".

En DOA ya lo percibieron en un programa municipal hace unos años. "Contribuye a una mejora de la calidad de vida", destaca su presidente, Leopoldo Robla. En el Nicolás Peña también lo usaron dos meses. "El resultado fue asombroso, pacientes que no levantaban la cabeza empezaron a relacionarse", subraya Rivera.