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Alumnos de Industriales compiten en un torneo nacional de vehículos autónomos impulsado por Seat

El equipo vigués, que desarrolló el software para un Ibiza a escala, se enfrentó en la prueba final de Barcelona a otros ocho de todo el país

El equipo vigués, durante la competición celebrada en Barcelona.

La Universidad de Vigo ha convertido en autónomo el último Seat Ibiza gracias al talento de cinco estudiantes de Industriales. Este grupo de alumnos -cuatro del grado de Ingeniería Electrónica Industrial y Automática y otro del máster profesionalizante- obtuvo un meritorio quinto puesto entre 9 equipos de todo el país en la prueba final del torneo Autonomous Driving Challenge celebrado hace unos días en Barcelona durante la Smart City Expo World Congress 2017.

La competición, que se organizó por primera vez este año, está impulsada por Seat y Carnet, el primer centro de investigación de movilidad urbana de Barcelona integrado por esta marca automovilística, junto con Volkswagen Group Research y la Universidad Politécnica de Cataluña. El concurso está dirigido a estudiantes con formación en robótica para que pongan en marcha desarrollos de conducción automática aplicables y escalables a la vida real.

Los estudiantes vigueses -UVigo AutoBot- recibieron en abril su Seat Ibiza a escala 1:10 y, durante 6 meses, trabajaron en el software, además de asistir a talleres de formación y contar con el asesoramiento de los expertos internacionales Raúl Rojas, profesor de la Free University de Berlín, y Alberto Sanfeliu, docente de la Politécnica de Cataluña y jefe de la unidad de investigación de Robótica Móvil del IRI, un instituto del que forman parte la universidad y el CSIC.

De hecho, los vehículos, dotados de sistemas Linux Robotics OS Library, fueron construidos en la universidad berlinesa bajo la supervisión del profesor Rojas, especialista en redes neuronales y con una amplia experiencia en el ámbito de la conducción autónoma y la robótica.

El reto final tuvo lugar los pasados días 14, 15 y 16 en el recinto Gran Vía de Fira de Barcelona, en L'Hospitalet de Llobregat, y los vehículos tenían que demostrar su capacidad para circular por un entorno urbano de forma autónoma, evitar obstáculos, detectar y reaccionar adecuadamente ante los semáforos y aparcar correctamente

La competición se dividía en tres pruebas diferentes por un recorrido cerrado inspirado en la ciudad de Barcelona y cuyo desempeño valoró un jurado compuesto por representantes de Seat, expertos en robótica y profesionales de la industria de la automoción.

En el primer desafío, los vehículos debían culminar varias vueltas a la pista en un tiempo determinado sin salirse de los carriles y, en el segundo, tenían que detectar y sortear obstáculos estáticos y móviles. El último y más exigente examen incluía además la existencia de semáforos y diferentes situaciones de aparcamiento.

El coche vigués tuvo problemas para leer las señales luminosas por lo que acabó en un quinto puesto. El grupo de la Universidad de Valladolid -Amuvag- obtuvo el primer puesto, mientras que en el segundo lugar quedaron empatados ETSE-URBots, integrado por alumnos de varias ingenierías de la Universidad Rovira i Virgili, y Autopia, formado por estudiantes del máster en Automática y Robótica de la Politécnica de Madrid.

Más de 50 estudiantes

En total, participaron más de 50 alumnos de 8 universidades, incluida la viguesa. Además de las ya citadas también competían la Politécnica de Cataluña, con dos equipos, Málaga, Sevilla y Autónoma de Barcelona.

El fin último del concurso es que los universitarios puedan sumarse en el futuro a los proyectos de innovación relacionados con la conectividad y la conducción autónoma que desarrollan las marcas automovilísticas en todo el mundo.

Sven Schawe, responsable de Desarrollo de Vehículo Completo de Seat, calificó de éxito la primera edición del torneo y destacó el alto nivel profesional de los proyectos, que podrían ser aplicados a los algoritmos de conducción autónoma en la vida real.

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