Vigo ya está engalanado como cada Navidad con su imponente traje de luces. El alumbrado ya cuelga de lo alto de las calles más céntricas de la urbe en el que será uno de los años más imponentes en cuanto a la decoración: la ciudad se trasladará a Laponia con la figuración de un gran pueblo nevado, trineos tirados por renos, cabañas de madera, decenas de abetos naturales e incluso una simulación de nevada con bolas de porexpán. Príncipe, Porta do Sol y las calles aledañas ya cuentan los días para que este decorado cobre vida e ilumine estas fiesta. Sin embargo, en los barrios y parroquias todavía se respira un cálido aroma a monte y castañas. Los últimos coletazos del magosto todavía se degustan en la ciudad: gaitas de fondo y vino de la casa para acompañar, las castañas asadas volvieron a ser protagonistas de la agenda lúdica de varias asociaciones vecinales.

En el parque de A Bouza, en Coia, fueron muchos los que se acercaron la calor del fuego, aunque las temperaturas no lo exigían, para degustar este fruto y disfrutar de la popular fiesta aunque su día grande se celebró el fin de semana pasado. Especialmente en O Berbés, fueron cientos los vigueses que se acercaron hasta el magosto organizado por el Concello. También en Teis se rindieron al magosto.

El fin de esta fiesta otoñal lleva asociado el comienzo de las fiestas más familiares y nostálgica: la Navidad. A falta de tan solo cinco días para el encendido del alumbrado, ayer se estaban llevando a cabo los últimos retoques de esta nevada ambientación. Y como todo los años uno de los principales atractivos es el majestuoso árbol de 31 metros de altura que preside Porta do Sol, que si bien no llega a competir con El Sireno, este año supera su propio récord. Este arbusto de luces que disputa en los meses de navidad los selfies a Dinoseto comenzaba ya a tomar forma y los operarios ya tenían colocada la plataforma en la que descansa. A su lado, los renos que tirarán de Papá Noel también permanecían embalados pero ya en su ubicación a la espera del encendido.

En Príncipe, decenas de montículos de tierra se almacenaban para sujetar a los abetos naturales que presidirán en la transitada vía. El alcalde Abel Caballero pasó revista ayer a las primeras piezas de esta decoración y no dudó en colocar también algunas de las bolas que decorarán los ornamentos.

Será el día 24 de noviembre a las 20.00 horas cuando se produzca el tradicional encendido navideño. Una semana después llegará otro de los encendidos más esperados: el de El Corte Inglés a las 18.00 horas con música y actividades para los niños.