En el concurrido encuentro celebrado ayer en el edificio de Sesiones del Puerto reinó la sensación en buena parte de sus asistentes de que lo explicado por su presidente Enrique López Veiga sonaba a "revolucionario". Nacido del debate de los grupos de trabajo del Blue Growth ("Crecimiento Azul"), el proyecto "Lonja 4.0" persigue una transformación integral de las rulas viguesas estética pero sobre todo funcional. Su contenido rompe con el funcionamiento actual de las instalaciones, por lo que algunos colectivos de O Berbés mostraron abiertamente su recelo por ejemplo con la informatización, uno de los ejes principales del ambicioso plan que en conjunto sitúa la inversión en 3,5 millones. Con el propósito de recabar el máximo consenso, el dirigente portuario concedió 15 días a los usuarios para que puedan aportar sugerencias. Vencido este plazo, la irreversible transformación de las lonjas del primer puerto pesquero de Europa arrancará en enero de 2018.

El recinto que factura 180 millones de euros por la comercialización de las 83.000 toneladas descargadas al año goza en el exterior de una imagen positiva que choca con la que recibe internamente. Inspectores de varios de los organismos implicados en su supervisión, como Sanidade de la Xunta o de la Unión Europea, llevan años lanzando serias advertencias al responsable de su gestión, la Autoridad Portuaria, por las irregularidades e incumplimientos de las normativas detectadas. A esto se suman investigaciones llevadas a cabo, entre otras, por la Agencia Tributaria o la más reciente de la Guardia Civil, que no han hecho más que empeorar el cartel de lonjas de O Berbés, agrandando su fama de reducto incorregible en cuanto a malas maneras y costumbres.

Un repaso a todos estos antecedentes bastaron para que López Veiga decidiese impulsar un replanteamiento en profundidad nada más llegar a Praza da Estrela. Y mientras ponía "parches", como así se refirió en alguna ocasión a la obras para reparar fallos como en la reubicación de los espacios destinados a la segunda venta, creaba un grupo de trabajo específico de Pesca Fresca en el Blue Growth del que salió el encargo al Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) para que sus expertos propusieran, basándose en metodologías aplicadas con éxito en su sector, acciones dirigidas a que las lonjas de Vigo ganaran en eficiencia en sus movimientos de tráfico y en su organización.

Las asociaciones más representativa de los sectores que operan en las rulas -armadores, comercializadores, vendedores... - conocen desde ayer el alcance del concepto "Lonja 4.0" o "Lonja del Futuro". "Incluye muchas acciones de las que se reproducen a su vez otras tantas", trataba de resumir López Veiga. De todas las mejoras el Puerto destacaba en su comunicado la "informatización a través de una herramienta informática que será la encargada por ejemplo de asignar por ordenador los espacios disponibles para la venta, en combinación con un sistema de señalización de leds que permita adaptar la lonja a las necesidades diarias".

Solo la descripción de este punto provocó ayer la contrariedad entre algunos portavoces de los colectivos asistentes. López Veiga no entiende que se pongan peros a un desarrollo informático que trata de "clarificar, optimizar y agilizar" el funcionamiento del entramado. Sin olvidar que el proyecto "Lonja 4.0" busca un "puerto pesquero conectado, donde exista una total acceso a la información que se genera", en sintonía con esa "máxima transparencia" en la gestión que potencia la etapa del actual presidente.

Los robots del CTAG

En un presupuesto superior a los tres millones entran otras acciones relevantes para la Autoridad Portuaria. Entre las que tampoco convencen a los usuarios, la implantación de robots colaborativos. Planteados por el CTAG, estas máquinas se destinarían a ayudar a los trabajadores en tareas rutinarias de gran desgaste físico. Una vertiente similar de automatización se contempla para la descarga "inteligente" de pescado mediante un túnel donde "además se realizaría el pesaje y posterior etiquetado". "El primer puerto pesquero de Europa no puede ser el último en tecnología", enfatiza Veiga tras añadir que también se incorporará una nuevo sistema de videovigilancia IP enfocado a visionar toda la actividad desarrollada en el interior de la instalaciones.

Siendo la infraestructura con mayor consumo energético, su reducción cobra un fuerte protagonismo en la "Lonja 4.0". Se implantará un sistema inteligente de gestión de electricidad, llamado Smart Greed, apoyado además en energías renovables. También está prevista la reorganización y creación de nuevos espacios. Desde ámbitos de uso exclusivos de la actividad minorista, pasando por muelles de carga destinados a mercancías importada por los barcos de la Autopista del Mar o la apertura de nuevas puertas de 1x5 metros para el paso de cajas de pescado desde el cantil hasta la sala de exposición y venta.