Todos los robos ocurrieron en el mismo centro comercial de la avenida de Madrid de Vigo. En una ocasión un vehículo Mercedes se escapó de la gasolinera del complejo sin abonar el combustible. Tiempo después una mujer era sorprendida saliendo a pie del supermercado con un carrito de bebé en el que no había ningún niño, sino unos artículos que no había abonado. Era la misma que iba en aquel coche. Y los vigilantes de seguridad descubrieron que esa persona era también la que, acompañada por un hijo, había supuestamente sustraído un ordenador unos meses antes en el mismo centro. En aquella ocasión, la mujer se desplazaba en silla de ruedas y, supuestamente, guardó el portátil entre sus ropas.

Este último robo, el del ordenador, fue ayer a juicio en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo. La mujer, que está en la actualidad en prisión, y su hijo afrontan 16 meses de cárcel. El chico no compareció en la vista. La acusada se declaró inocente: "Ni yo ni mi hijo sustrajimos ningún portátil; yo estoy en la cárcel por pegar a mi pareja delante del juez porque me maltrataba desde hace años, pero para robar no sirvo", declaró ante la magistrada.

El portátil estaba valorado en casi 900 euros y la alarma fue arrancada y arrojada en el establecimiento. En el juicio se visionó una grabación en la que se ve ese día a madre e hijo en el centro comercial. Frente a la acusación de la Fiscalía, las defensas piden la libre absolución al considerar que los indicios son insuficientes.