La Consellería de Medio Ambiente empezará esta semana a tomar medidas para evitar que la sequía que afecta a los concellos de la cuenca Galicia Costa repercuta en la población. El departamento autonómico autorizará en los próximos días la reducción del caudal de salida del embalse de Eiras hacia los ríos con la intención de "proteger el uso prioritario que es el abastecimiento". Desde Santiago insisten en que la medida no supondrá restricciones para el medio natural debido a que en estos momentos el volumen de agua que circula por los ríos ya es inferior al caudal ecológico legalmente establecido. Augas de Galicia también valora la posibilidad de reducir el caudal ecológico de los ríos al 25%, tal y como asegura que solicitó el Concello de Vigo, pero entiende que este cambio sí puede afectar negativamente al ecosistema y para ello considera imprescindible disponer antes de la información detallada sobre los consumos por sectores que solicitaron al propio ayuntamiento. El Ejecutivo gallego matiza que "Vigo cuenta con una importante actividad industrial y su uso no es prioritario por encima del medioambiental" en caso de que hubiera que limitar el suministro.

Por el momento, la consellería pilotada por Beatriz Mato no se plantea la ejecución del azud que solicita el gobierno vigués. Su plan inmediato es adoptar medidas "orientadas a la conservación de los recursos disponibles", aplazando la dotación de nuevas infraestructuras al área de Vigo a contar con todos los datos de suministro de los concellos que se abastecen de Eiras y Zamáns, las medidas de ahorro que están implementando desde el jueves 27 de octubre y los resultados que lograron.

La decisión de la Xunta de ajustar el caudal de salida de Eiras se hizo oficial ayer horas después de que el Concello valorase por primera vez la posibilidad de que Vigo entre en el siguiente nivel de alerta por sequía en la primera semana de diciembre. Los técnicos de Fomento ven probable que, si no llueve con intensidad, en un mes se entre en una situación de "escasez severa" de agua que se traduce en que solo hay suministro garantizado para 70 días y obligaría a imponer restricciones más fuertes a nivel público y privado.

Abel Caballero planteó por primera vez a la Xunta la reducción del caudal de salida desde Eiras y Zamáns el pasado 28 de octubre recordando que esta medida ya había sido adoptada en 2011 sin repercusiones negativas para la supervivencia de la flora y la fauna de los ríos afectados. Esa misma jornada también demandó la ejecución de un trasvase de agua del Verdugo hacia el Oitavén para garantizar el suministro de agua a todos los concellos de la comarca de Vigo y del Val Miñor, que beben fundamentalmente de Zamáns. El alcalde volvió a insistir ayer en la "urgente necesidad" de que la Xunta acometa esta infraestructura al tiempo que realizaba un nuevo llamamiento a la ciudadanía para seguir ahorrando agua. "Estamos todavía en una situación controlada, pero a principios de diciembre podríamos entrar en el segundo nivel de alerta si no llueve", advirtió el regidor vigués.

Por ahora, esta demanda no se contempla porque no atajaría la situación más inmediata, pero desde Medio Ambiente sí han decidido actuar para ajustar el caudal de salida y el de entrada en Eiras, que se encuentra al 43,95% de su capacidad y es el que abastece al 90% de la población del área. Lo que no se ha decidido por el momento es modificar el caudal ecológico de los ríos al 25% por los riesgos que podría ocasionar a sus ecosistemas.

La Xunta defiende que Augas de Galicia "realiza un seguimiento de la sequía" desde enero, cuando envió una carta a todos los concellos de la cuenca Galicia Costa para que redujeran el gasto de agua no esencial. De forma complementaria, aseguran que el pasado octubre se envió una segunda misiva solicitando a los concellos información sobre los consumos en su zona para poder analizar medidas de ahorro y aseguran que en el caso de Vigo "se sigue a la espera de tener los datos y la información precisa".