El Puerto de Vigo planea un nuevo golpe al botellón. Y esta vez quiere que sea definitivo. Agotado ya de los continuos desperfectos y molestias que causa la extendida práctica entre los jóvenes de la ciudad, el objetivo está claro: acabar con el consumo de bebidas alcohólicas en sus espacios públicos a lo largo del próximo año. Para ello ya han mantenido varias reuniones con miembros de la Policía Local y Nacional, a los que pide colaboración ante la falta de atribuciones que tienen los agentes portuarios. "Entre todos debemos erradicarlo de una vez por todas para evitar que estas zonas se conviertan en un vertedero", apunta el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, quien ayer compartió sus planes con hosteleros de la zona Náutico. "En ese apartado vamos de la mano y la colaboración será total con el Puerto. Nosotros somos los primeros perjudicados con esta práctica", señala Rubén Pérez, su presidente.

En diciembre del año pasado el Puerto aprobó una instrucción normativa para prohibir el botellón en la zona más cercana al mar. Sin embargo, la medida no alteró la dinámica de los jóvenes, que siguen acudiendo hasta As Avenidas para celebrar grandes encuentros al aire libre, sobre todo cuando el buen tiempo hace acto de presencia. Por todo ello el Concello también tomó cartas en el asunto e infiltró a algunos agentes locales para investigar dicha actividad. Antes de emprender una ofensiva a base de denuncias el Gobierno local optó por investigar las causas que llevaron a los vigueses a acudir a esa zona y trató de averiguar que locales del entorno se lucraban fomentando la ingesta de alcohol.

Todas esas medidas impulsan al Puerto a atajar el problema de una vez por todas. "Tiene que desaparecer cuanto antes. El objetivo que me marco es que se haya erradicado el próximo año, pero necesito colaboración", apunta Veiga, quien asegura que el problema no es fácil de solucionar. "Hay que tener un cuidado especial porque muchos de los consumidores son menores de edad. Nos apoyaremos en otros cuerpos de seguridad para que no se repitan ese tipo de escenas en el entorno del Náutico" apostilla.

El propósito del presidente de la Autoridad Portuaria cuenta con el apoyo sin fisuras de los comerciantes del entorno y de los hosteleros de la provincia. "Entendemos que el botellón sobrepasa con mucho las molestias que deben soportar los vecinos de cualquier zona. Colaboraremos en todo lo que podamos para acabar con su práctica", asegura César Ballesteros, presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra (Feprohos).

Veiga también explicó a los representantes del Náutico su decisión de vetar la celebración de eventos en As Avenidas salvo O Marisquiño y el Vigo SeaFest. Y sus argumentos fueron bien recibidos. "Entendemos que el Puerto debe velar por sus intereses y no se puede permitir que las empresas se marchen a otra ciudad", señala Pérez, quien cuestionó al mandatario de Praza da Estrela la posibilidad de acoger la Feria de Abril. "Si nos presentan un proyecto que no moleste a los vecinos, no impida el trabajo portuario y no nos conlleve gasto económico lo estudiaríamos", confirma Veiga.

Por su parte, el Street Stunts, por el tamaño toda su infraestructura, tiene más complicado volver a ubicarse en a zona. "Requieren diez días para montar y desmontar sus escenarios y no se los podemos dar", zanja el presidente de la Autoridad Portuaria.