Los ingenieros ven viable la peatonalización de Porta do Sol y encajar el nuevo túnel urbano que canalizará el tráfico bajo la superficie en la planta menos dos del actual aparcamiento. Tendrá dos carriles de circulación en cada sentido de 3,50 metros de ancho, aceras de 50 centímetros y una altura libre de 4,20 metros que serían suficientes para que lo utilice también el transporte público. Esta solución libera el nivel inferior del parking para habilitar plazas para vehículos, que era una de las condiciones impuestas desde el Concello para seguir dando servicio a residentes en una zona con muy pocos garajes. La UTE GOC S.A.-Capitel Arquitectura Ingeniería e Innovación S.L. presentó esta semana en Praza do Rei el proyecto de ejecución y la Concejalía de Fomento ya lo envió este mismo viernes a la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural de la Xunta para que evalúe el alcance de la reforma.
Se trata de la mayor obra presupuestada por el gobierno vigués para 2018 al destinarle cinco millones de euros procedentes de fondos EDUSI de la UE. "Vamos a hacer de la Porta do Sol la gran plaza de todos los vigueses; la que nunca tuvimos y ahora queremos tener y disfrutar", destacó ayer el alcalde, Abel Caballero.
Los técnicos despejan las complicaciones técnicas que planteaba esta nueva infraestructura en pleno casco histórico y optan por liberar la superficie creando una plaza diáfana y completamente abierta en la que ubican zonas puntuales de descanso. Se instalarán modernos bancos cuya estructura será en granito negro con listones por encima de madera tropical tratada y jardineras para integrar las nuevas bocas del túnel con la zona peatonal. Para el suelo de la plaza se propone usar un granito amarillo San Martiño y en el extremo de Praza da Princesa se instalará una maqueta tiflológica de cobre con todos los detalles de la reforma para invidentes.
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El proyecto estima que será necesario excavar una nueva superficie de 2.339 m2 y retranquear miles de metros de canalizaciones de abastecimiento, pluviales, saneamiento y redes eléctricas y de gas que serán renovadas en su totalidad. También se reubicará el actual centro de transformación en el límite con Policarpo Sanz. El diseño contempla la mejora de la accesibilidad peatonal a la plaza de Porta do Sol mediante una rampa mecánica que ascenderá desde Carral y discurrirá paralela a la actual salida del parking hacia Marqués de Valladares.
Se aprovecharán las obras para levantar y reponer todo el pavimento de este ámbito de más de 11.000 m2 para "su homogeneización e integración en el entorno", según consta en el proyecto, que espera ahora autorización de Patrimonio. El Concello quiere licitar las obras antes de que acabe el año para ejecutar el grueso de la actuación el próximo ejercicio. El presupuesto total asciende a 8,63 millones de euros y el plazo estimado de duración de los trabajos son 18 meses, por lo que la nueva Porta do Sol debería estar operativa a finales de 2019.
La parte más delicada del proyecto era encajar el túnel con la estructura actual del aparcamiento para minimizar la superficie a perforar y reducir costes. El equipo al que se le adjudicó el diseño contempla que la rampa de entrada al túnel por Policarpo Sanz afecte a los últimos diez metros del subterráneo y una vez bajo tierra los técnicos prevén que "aproveche la estructura existente coincidiendo sensiblemente su rasante con la planta -2, dejando la -3 para su futuro aprovechamiento como parking", lo que salvaría alrededor de 140 plazas para residentes.
Los nuevos carriles subterráneos de 3,5 metros de ancho abandonan el túnel casi al inicio de la calle Elduayen, donde habrá dos bocas a diferentes alturas con una distancia de 70 metros entre ellas. El carril izquierdo de acceso en dirección al centro de la ciudad arranca a la altura del número 17 de Elduayen, mientras que la rampa de salida alcanzará la cota de la calle al llegar al número 36, casi a la altura del mirador de las Islas Cíes. De esta forma, la distancia máxima entre las bocas del túnel de Policarpo Sanz y el Paseo de Alfonso asciende a casi 350 metros.
Para garantizar la seguridad de la actuación, se realizaron sondeos mecánicos, calicatas manuales y ensayos de penetración que revelan que la estructura del aparcamiento actual está apoyada sobre macizo rocoso sano o poco alterado y que la excavación "será fácil" en todas las secciones analizadas, si bien los técnicos recomiendan que en el tramo final del trazado se realice un sostenimiento previo a la excavación por atravesar zonas con rellenos menos estables. La superficie nueva de excavación en Policarpo Sanz será de 156 m2, la de Porta do Sol apenas 37 m2, en Carral se perforarán 128 m2 y en Elduayen, donde es necesario habilitar dos bocas de entrada y salida al túnel, se actuará sobre 2.018 m2. La excavación ocupada por la estructura del túnel superará finalmente los 10.700 m2, a los que se suman las rampas y las zanjas para reubicar todas las redes de servicios básicos.
La transformación de este céntrico enclave supone la renovación de toda la iluminación de la plaza y la supresión de los semáforos. La peatonalización suprimirá del corazón del casco histórico 10.300 vehículos diarios y durante las obras será necesario reubicar la parada de autobús urbano y la de taxis de Doctor Cadaval, para las que una vez completada la obra se volverá a reservar espacio.
