Con la llegada de las lluvias se marchita, como si la extraña flor que adorna desde hace meses una esquina del puerto pesquero estuviera a punto de ser retirada. Pero este girasol fotovoltaico bautizado como "SmartFlower" decide que cuando se apaga el día ya no merece la pena continuar desplegado así que gracias también a la energía captada del sol pliega sus pétalos. Y de momento continuará sine die en O Berbés, donde el Puerto está probando esas virtudes solares para abastecer a sus dos vehículos eléctricos.

Carlos Botana, jefe del departamento de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria, ha constatado que la energía captada en un día de cielo despejado por el "SmartFlower" permite la carga completa de los coches de la flota de Praza da Estrela. En todo caso aclara que no está decidido el uso permanente del ingenio.

Distribuido en España por la viguesa Portosolar, este enorme paraguas ya recorrió varios emplazamientos de la ciudad. Absorbió los rayos de Lorenzo en el recinto de Zona Franca en Bouzas, y de aquí se desplazó el pasado junio a la trasera de edificio de Sesiones del Puerto con motivo de la conferencia Conferencia Green Energy Ports. En O Berbés llama más la atención por el ajetreo de la zona y sobre todo al despuntar la mañana, cuando la flor orienta sus pétalos a la caza de los nutrientes rayos.