Con una deuda próxima a los 600.000 euros, la esperanza de APEC (Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción de Pontevedra) para salir airosa del concurso de acreedores estaba en lograr la autorización del Consorcio del Casco Vello para vender su sede de la calle Real. Un permiso que nunca llegó: una de las cláusulas del pliego de condiciones de la venta era que el adjudicatario debía mantener la propiedad al menos diez años. Ante este escenario, la patronal de la construcción se vio abocada a entrar en liquidación, situación declarada por el Juzgado Mercantil de Vigo este septiembre.

En esta fase el tribunal ha publicado un edicto anunciando que el 26 de octubre el administrador concursal presentó el plan de liquidación de los bienes y derechos de APEC, entre los que se cita la sede de calle Real. Y la patronal está preparando alegaciones para mostrar su disconformidad con que en el plan se incluya la venta del inmueble. "Sería contradictorio que ahora se procediese a una venta para la que no tuvimos autorización pese a contar con compradores y pese a que eso hubiese salvado a la asociación", argumentan fuentes de APEC, que añaden que "la solución" pasaría porque el Consorcio resuelva el contrato sobre la sede y les devuelva el dinero, cuantía que serviría para pagar a acreedores y trabajadores. Ahora en APEC, que será liquidada tras 40 años de historia, solo sigue el gerente y hay 70 empresas asociadas: llegaron a tener 280.

Por otra parte, el juzgado ha declarado el concurso de acreedores de otras dos empresas: el taller de vehículos London Diesel Inyección, de la calle Severo Ochoa; y Mariscos Ría de Vigo, del puerto pesquero.