Tras décadas custodiando la ensenada de San Simón, como una de las insignias más reconocibles de la Ría de Vigo y pieza clave en las comunicaciones de Galicia, el puente de Rande estrena nueva silueta. Las constructoras encargadas de su ampliación instalaron ayer la última de las dovelas que sostendrán los nuevos carriles del viaducto. La pieza culmina el carril exterior que da hacia el exterior de la ría, del lado de Domaio. El otro, que mira hacia la isla de San Simón, ya se había finalizado el martes a última hora de la tarde, como avanzó FARO. Entre ambas pasarelas y los nuevos tramos que las enlazan con los dos márgenes de la ría, el de O Morrazo y el de Redondela, dan forma a la nueva imagen del puente.
Los trabajos para instalar la última dovela duraron cerca de cinco horas. La estructura se trasladó a primera hora de la mañana desde el cargadero de granito de David Fernández (DG) a bordo de una barcaza y se fijaba en el viaducto sobre las dos de la tarde. Antes, se realizó una compleja y delicada maniobra para izar la pieza. Para remarcar su importancia, se colgaron de la estructura dos banderas: la gallega y la española. Un grupo de operarios siguió los trabajos desde la barcaza, situada en la ría. La maniobra culminó un trabajo -la colocación de las dovelas- que arrancó hace ya meses, en marzo.
A lo largo de los próximos días se tensarán los nuevos cables que sostienen las piezas, tanto los correspondientes a las que se instalaron ayer y el martes como los que se enganchan a las dovelas que ya llevan meses colocadas. Otro de los trabajos que arrancará ahora es la colocación de la capa de rodadura y el asfaltado de los nuevos tableros. Una vez finalizada esa labor, quedarían aún otras pendientes como repartir las vallas.
Desde el entorno de la obra explican que los trabajos avanzan a buen ritmo gracias en parte a la meteorología. La previsión inicial pasa por que las subcontratas que trabajan en el proyecto empiecen a replegarse en diciembre. Como ya avanzó FARO, Audasa plantea abrir los nuevos carriles al tráfico en Navidades, en unos dos meses. Un calendario que podría cumplirse si el parte meteorológico sigue acompañando a la UTE responsable de los trabajos de ampliación.
A lo largo de noviembre también se espera que se retiren las "megagrúas" que se han empleado para elevar diferentes piezas, una labor compleja que puede durar varias semanas. Se prevé que en breve se realicen restricciones a la navegación en el entorno de los pilares. Los grandes guindastes empezaron a instalarse hace más de un año, a principios del verano de 2016. Su apoyo resultó clave para instalar los refuerzos de las coronas de los pilares y desplegar los cables que sostienen los tableros.
Aunque la concesionaria de la AP-9 tiene de margen hasta marzo de 2018 para culminar la ampliación, su objetivo es abrir los nuevos carriles al tráfico lo antes posible para poder aplicar una subida del peaje ya el próximo año. El convenio suscrito en 2011 entre Audasa y el Ministerio de Fomento contemplaba que esa actualización al alza del canon, que se incrementará un 1% anual de forma acumulativa durante dos décadas, podrá aplicarse "a partir del 1 de enero del año siguiente a aquel en el que finalicen las obras". Si los trabajos finalizasen después del próximo Año Nuevo, la subida de las tasas debería posponerse ya a 2019.
Para cumplir con ese cronograma y poder abrir los nuevos carriles a finales de año, las constructoras intensificaron los trabajos en Rande en los últimos meses. El "acelerón" fue evidente en la propia obra, donde se desplegó una plantilla formada por centenares de trabajadores que se afanaron en el proyecto en tres turnos. Ese ritmo contrasta con el que mantuvieron Audasa y la UTE en un inicio. Al intentar cambiar el proyecto de ampliación -una pretensión que se topó con el rechazo de Fomento e incluso mereció un pronunciamiento en contra del Abogado del Estado-, ocasionaron un retraso importante de la obra.
De hecho, en un inicio se había anunciado que la ampliación estaría culminada en abril de 2017, fecha en la que se cumplían los 23 meses en los que la UTE seleccionada por Audasa se comprometió a terminar el proyecto. Cuando resultó evidente que no se iba a respetar ese plazo el Gobierno central concedió una prórroga que expiró el pasado agosto. Desde Fomento se alegó sin embargo que el plazo oficial y válido era el que recogía el convenio suscrito en 2011 entre Fomento y Audasa, en el que se señalaba que esta última disponía de 36 meses para terminar las obras. Ese margen se cumpliría en el primer trimestre de 2018, en marzo.
La transformación de Rande en un minuto
El complicado proceso de ampliación de la autopista AP-9 a su paso por el puente de Rande, concentrado en apenas siete minutos. Estos es lo que ofrece la página web seguimientodeobras.com. Una periódica grabación desde el mismo punto permite conocer el avance de la estructura que ha experimentado en los casi dos años de trabajos.
