"Al final siempre salimos perjudicados los mismos. Nos sentimos perseguidos y las tasas que en este caso plantea la Xunta de Galicia son absurdas. Nos hacen pagar por dormir atados a una boya. Es un despropósito". Jaime Darder es abogado maritimista y vicepresidente de la Asociación de Navegantes de Recreo (Anavre). Conoce bien las islas Cíes y critica las tasas que figuran en el proyecto de Presupuestos del Gobierno autonómico del próximo año. El gravamen será de unos 15 euros de media por embarcación -que deberá abonarse cada tres años- y de entre 4,55 y 101 euros por noche de fondeo. Además se prohibe la estancia durante más de cinco días consecutivos. Con estas medidas se pretende recaudar 419.000 euros en el primer ejercicio. "Las autoridades viven de espaldas al mar. Cualquier medida recaudatoria que no tiene una finalidad de reinvertirse al 100% en la mejora del espacio es absurda. Esto es un atentado contra la libre navegación", denuncia Darder.

Las críticas entre los particulares son unánimes. "Es indignante que privaticen algo público. Aunque la tasa no sea muy alta nos fastidia tener que pagar por algo que debería ser gratuito. El Parque Nacional ya se mantiene con los impuestos que abonamos todos los gallegos y es absurdo que nos cobren todavía más a nosotros. Solo lo hacen por el afán recaudatorio", lamenta David P., que dispone de una embarcación recreativa con la que sale a navegar por la ría de Vigo. Gabriel Mallo trabaja como instructor en Merak Náutica, una empresa dedicada a la formación marítima y que a mayores realiza viajes chárteres por las Cíes y sus alrededores. Como el resto, no entiende este nuevo gravamen autonómico. "Le hacen mucho daño al sector", apunta.

Los propietarios de pequeñas embarcaciones lamentan que las nuevas tasas siempre les señalen a ellos como "culpables" del estado del mar. "Nos acusan muchas veces de contaminar el agua y te puedo asegurar que somos los que menos manchamos. A nosotros nos han educado en la cultura de la sostenibilidad y me atrevo a decir que el 99% de las personas del sector se comportan de manera ejemplar", asegura Darder.

El impuesto que planea el Gobierno autonómico supone un duro golpe para los particulares. "Desde que arrancó la crisis económica muchas personas han tenido que vender sus embarcaciones por los costes que les suponían. A mayores del alquiler del puesto de atraque tenemos que abonar reparaciones costosas y en numerosas ocasiones los marineros mantienen sus pequeños barcos con lo justo", apunta Mallo.

Más conciliadores con la tasa que plantea la Xunta de Galicia para las embarcaciones de recreo se muestran los responsables de los clubes deportivos vigueses. Aunque matizan que todo lo recaudado "debe reinvertirse en el Parque Nacional para mejorar su ecosistema". "Si es por preservar las islas no es una mala idea, aunque todavía es pronto para valorarla", comenta Rafael Tapias, presidente del Náutico.

Su homólogo en el Liceo Marítimo de Bouzas, José María Martínez Bosch, considera "bajo" el gravamen pero apunta que el Gobierno gallego debería priorizar otros apartados. "Los navegantes extranjeros apenas disponen de información para fondear en Cíes", indica. Además, señala que la nueva tasa puede acabar con la ocupación desmedida de los puestos de fondeo. "Muchos usuarios reservan plaza por si les apetece ir y al final no aparecen. Ahora tendrán que rascarse el bolsillo si lo hacen", añade. Por su parte, el director comercial de Marina Davila, Alejandro Lago, aprueba la medida "si repercute en el buen estado de Illas Atlánticas".

Más crítico con la medida se muestra José Antonio Beiro, presidente de la Federación de Pesca Recreativa. "No tiene sentido que nos hagan pagar a nosotros. Lo que deben hacer, si quieren cuidar el entorno, es limitar el número de fondeos y no cobrar por ellos. Solo quieren ganar dinero", denuncia.