El Concello echa mano de sus recursos para evitar que se produzcan nuevos incendios y minimizar el impacto de los que ya han devorado parte del monte. Los bomberos han iniciado inspecciones por todo el municipio para tener controlados los puntos que presentan más riesgo. La medida -señaló el alcalde, Abel Caballero- se mantendrá mientras dure la sequía. "Están realizando sus propias inspecciones, visualizando lugares y adoptando medidas de prevención en las zonas susceptibles de arder", abundó el primer edil, quien señaló además que ese control se aplicará "hasta que las condiciones climatológicas no garanticen un razonable nivel de humedad".

Para atajar el impacto que puedan tener en el ecosistema las cenizas que han dejado los últimos incendios, el Concello ha decidido adoptar medidas también en montes del municipio. Además de distribuir cerca de 34 toneladas de paja seca por superficies quemadas -que permitirán reducir el arrastre cuando llegue la lluvia-, el Gobierno municipal instalará barreras que retendrán el movimiento de las cenizas. El objetivo, apostilló ayer Caballero, es "frenar la erosión".

"Compramos tela biodegradable que vamos a extender a modo de barreras en los montes", señaló el alcalde. El material se dispondrá de forma transversal a la pendiente del monte, de tal modo que si la lluvia arrastra los restos de los incendios estos queden atrapados en las barreras. "Es una medida que nos parece razonable", anotó.

También para minimizar el daño causado por los incendios que asolaron la comarca entre el domingo 15 y el lunes 16, el departamento de Medio Ambiente de Vigo ha decidido distribuir comederos para aves silvestres. Según detalló Caballero, las zonas que se libraron de la quema concentran ahora un mayor número de pájaros que antes. El Concello ya ha dispuesto varios comederos en Matamá, Comesaña y el monte Alba. El alimento lo elaboran los propios veterinarios de VigoZoo y se sitúa en aquellos puntos estratégicos que deciden los biólogos. "El Concello está comprobando si esta medida está siendo efectiva, bien para reponer alimento, bien para cambiarlo de localización", explicó.

Oficina de información

Desde el Ayuntamiento se facilitará además información y asesoramiento a las familias que se han visto afectadas por los incendios. Hoy mismo empezará a funcionar una oficina municipal para atender y apoyar a los perjudicados. En ella se asesorará a los vecinos sobre las distintas vías de las que disponen para solicitar ayudas públicas. "Vamos a facilitar toda la información, asesoramiento y apoyo que sean necesarios para la solicitud de ayudas por parte de los particulares, comunidades de montes y todos aquellos que lo necesiten", zanjó.

El pasado fin de semana el Concello ya empezó a distribuir paja seca para evitar los efectos negativos del arrastre de cenizas. Los trabajos arrancaron en la ladera suroeste del monte Alba con la colaboración de 60 voluntarios de la Concellería de Medio Ambiente y la Comunidad de Montes de Valladares. En un inicio se distribuyeron 17 toneladas de paja seca, a las que seguirán otras tantas que se dispondrán por el monte dos Pozos.

Con esas medidas el Concello busca reducir el impacto de los incendios que padeció la ciudad entre el domingo 15 y el lunes 16, que quemaron hectáreas de bosque, obligaron a desalojar viviendas e incluso se aproximó a la factoría de PSA Citroën en Balaídos -sus empleados se vieron obligados a abandonarla de forma temporal por la cercanía de las llamas-. Debido a la proximidad del fuego también la Universidad y varios colegios tuvieron que alterar su actividad normal. Los incendios dejaron además cuatro muertos, uno de ellos vecino de San Andrés de Comesaña.