Los taxis de Vigo serán inconfundibles dentro de muy poco. El Concello acaba de dar luz verde a que deban lucir la bandera de Vigo en el capó, lo que permitirá homogeneizar la flota local y, sobre todo, distinguirla de la de otros municipios de la comarca. Como avanzó FARO, el medio millar de vehículos con licencia para transportar viajeros deberán incorporar en su frontal los dos triángulos rojos con fondo blanco que conforman la bandera de la ciudad. Una vez se publique la decisión en el BOPPO tendrán tres meses para hacerlo.

El Gobierno local ha decidido además hacer otra pequeña modificación en la ordenanza: en vez de que los taxis muestren en sus puertas delanteras "el anagrama del Concello de Vigo" -que es lo que figura en la normativa ahora-, señala que lo que incorporarán será "el escudo oficial del Concello".

Aprovechando los cambios en la normativa, el Gobierno local ha decidido concretar además algunos elementos que ya incorporan los taxis. Por ejemplo, detalla el estilo, tamaño, grosor y ubicación de los números de la licencia; o establece que la placa identificativa tendrá que ser necesariamente reflectante y de un tamaño homologado. También señala que el dispositivo luminoso que indica si el taxi está libre u ocupado deberá situarse en "el primer tercio de la parte delantera a la derecha" en el techo del vehículo. Hasta ahora solo se precisaba que tenía que fijarse en "la parte superior derecha".

Otra novedad es que los autopatronos ya no tendrán que llevar la ordenanza con ellos en papel. Ahora podrán hacerlo en un dispositivo electrónico. Por último, el Gobierno local acordó aclarar las características y ubicación de las pegatinas de colores que identifican qué día descansa cada taxi.

La bandera de Vigo en el capó no fue la única propuesta para identificar los coches del municipio. La Asociación Profesional de Autotaxis propuso incorporar una banda roja y blanca con el escudo en las puertas delanteras. La Corporación do Taxi a su vez planteó pintar el techo y capó de color rojo o verde. El Concello concluye sin embargo que ya hay taxis de otras ciudades, como Madrid, con una franja roja y que hay coches particulares que tienen partes pintadas.