Los termómetros de la ciudad se comportaron durante los últimos días como carruseles. De marcar máximas récord, más propias de agosto que del arranque del otoño, a desplomarse a los valores habituales en estas fechas en apenas 24 horas. De elevarse a alturas caniculares, a precipitarse diez grados casi de golpe para quedarse por debajo de los 20º. Hay que remontarse años y años atrás en los archivos de las agencias meteorológicas para encontrar un vaivén de temperaturas parecido en otoño.

El dato más sorprendente lo registró la estación que la Agencia Estatal de Meteorología, la Aemet, tiene en Peinador. Según los datos que quedan archivados en Internet, el pasado domingo ese medidor alcanzó una temperatura máxima absoluta de 32,6 grados, una marca llamativa para esta época del año. Tanto, que según la información de la propia Aemet es la máxima más alta alcanzada en un mes de octubre desde al menos 1956, que es cuando arrancan sus registros de temperatura en Vigo. Solo se acercó octubre de 2011, cuando el día 14 el termómetro marcó la tampoco desdeñable cifra de 30,5 grados. Prueba de lo inusual de ese valor es que en agosto solo se superó semejante temperatura un día: el domingo 20. Esa jornada la estación que Meteogalicia tiene en Avenida de Madrid anotó 35,5º. Un día después ya se situaba en 32,2º. En todo el verano -desde el 21 de junio al 21 de septiembre- esa misma estación solo contabilizó tres jornadas durante las que las máximas absolutas superaron los 32,6º.

El siguiente dato inusual que dejó el parte meteorológico llegó poco después. De hecho, el día siguiente: el lunes 16. Esa jornada la estación de Meteogalicia en Avenida de Madrid -la más fiable para tomar datos de temperaturas de las cuatro que el observatorio gallego tiene repartidas por Vigo: en el campus, puerto, Avenida de Madrid y las Islas Cíes- marcó un valor medio de 16,7 grados, un dato bastante normal para esta época del año. En 2016 la media del conjunto del mes de octubre fue de 16,82º y en 2015, de 16,85º. Lo llamativo es que solo 24 horas antes la media era de 26,6º, lo que significa que en cuestión de apenas un día los valores cayeron casi 10 grados de golpe. Ese desplome tan pronunciado de una jornada a otra es el más pronunciado que se encuentra en los registros de esa estación desde al menos abril de 2010, que es de cuando datan los valores más antiguos disponibles en Internet.

Las altas temperaturas del domingo se debieron a una masa de aire proveniente del norte de África. Al día siguiente entró un frente activo del Atlántico. La jornada de canícula coincidió con la terrible oleada de incendios que asoló la provincia y parte de Galicia.