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El sensor que controla a qué velocidad vas en coche por Vigo, pero que no verás

Casi 70 dispositivos "bluetooth" anotan los datos de los que llevan esta tecnología

Limitación de velocidad en Jenaro de la Fuente // J. Santomé

Si usted conduce por Vigo con el manos libres del coche activado o con cualquier otro dispositivo dotado con la tecnología inalámbrica bluetooth probablemente no sabrá que le está aportando una información muy valiosa en materia de seguridad a la Concejalía de Tráfico: la velocidad a la que está circulando. Y es que los radares ya no son la única herramienta con la que cuenta el Concello para saber si los pilotos respetan los límites. Casi 70 sensores inalámbricos distribuidos de forma estratégica por prácticamente todo el casco urbano llevan meses "chivándose" de ello en tiempo real. Pero su función no es sancionadora. Ni multan, ni recogen datos personales o matrículas. Tampoco "disparan" fotografías. Su papel es preventivo y los técnicos de tráfico ya se están apoyando en esta tecnología para realizar una radiografía de las calles en las que más conductores exprimen su acelerador. Y los primeros resultados obtenidos no son para nada negativos. "En general, los valores que estamos registrando pueden considerarse dentro de márgenes aceptables", aseguran.

La mayoría de los 67 receptores bluetooth están en el centro de la ciudad. Son visibles en lo alto de postes o detrás de semáforos. En Peinador, Clara Campoamor o en la A-55 se encuentran los tres más alejados del centro. A la hora de medir la velocidad de los vehículos el sistema funciona de forma similar a los famosos radares de tramo de la Dirección General de Tráfico, que la calculan en base al tiempo que los vehículos tardan en llegar de uno a otro. En este caso, entre los citados sensores. Por ello, no son capaces de llegar a controlar de forma exacta la velocidad máxima que se ha podido alcanzar en un determinado punto -como sí hacen los radares fijos o móviles- pero sí reflejan si se ha superado el límite fijado en cada vía por la que pasan. Un dato que en el casco urbano puede estar condicionado por las paradas en semáforos y los atascos, de ahí que los excesos detectados no sean excesivamente elevados.

Primeros resultados

Haz click para ampliar el gráfico

El primer análisis realizado por el departamento de Seguridad y Movilidad se refiere a los meses de abril, mayo, junio, julio y agosto (ver gráfico). La avenida de Madrid, y particularmente el tramo que va desde el Seminario hasta la Estación de Autobuses, se ha demostrado como el más conflictivo en lo que a reincidencia de infractores se refiere. Más de 380 conductores superaron en ese periodo los 50 km/h a los que se puede circular como máximo. Pero la cifra real sería todavía mayor. Y es que según las estimaciones municipales, a día de hoy solo un 30% de los conductores llevan algún bluetooth activado a bordo. Si se extrapolara al 100%, el número de infractores solo en ese tramo superaría los 1.300 (más de 260 cada mes). La velocidad máxima detectada, sin embargo, no fue excesivamente elevada: 68 km/h.

Un vial en pleno centro urbano, Gran Vía, se situó en segundo lugar. Concretamente el tramo que va desde el cruce del Carmen hasta el de Tarragona. Más de 320 vehículos que llevaban el bluetooth activado superaron los 50 km/h a los que está limitada esta vía. En este caso la velocidad máxima detectada fue más preocupante al tratarse de una vía con elevado tránsito peatonal: 73 km/h.

Pero ¿qué utilidad tiene esta información para el departamento de tráfico? "Este sistema no solo nos permite conocer el tiempo que se tarda en realizar un determinado recorrido dentro de la ciudad, sino los flujos de vehículos y las velocidades a las que circulan. Con la obtención de este dato, en el departamento de Seguridad y Movilidad se analizan mensualmente los tramos donde se superan los límites de velocidad establecidos. Esta información sirve para la realización de actuaciones y la toma de medidas de calmado de tráfico", explican. Entre ellas, citan desde la instalación de bandas reductoras de velocidad, la instalación de pasos resaltados o incluso nuevas regulaciones semafóricas para evitar que los turismos puedan llegar a exprimir al máximo su acelerador durante un recorrido muy largo.

Aunque desde el Concello insisten en que en ningún caso esta información se utiliza para sancionar, lo cierto es que los radares son otro de los mecanismos que tienen a su disposición para disuadir a los conductores de que superen los límites de velocidad. Por lo que probablemente también podría ser otra de esas medidas a aplicar en aquellos viales en lo que se detecte a través de los bluetooth un elevado número de excesos.

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