Dos agentes de la Guardia Civil que viajaban con sus familias y no se conocían entre sí, decidieron la maniobra de retirar las medianas de la A-52 en las inmediaciones de A Cañiza y organizar el desvío de tráfico de decenas de vehículos atrapados y cuyos ocupantes entraron en pánico al verse cercados por las llamas que se acercaban. Muchos turismos eran portugueses y los conductores recordaban las muertes de sus compatriotas atrapados en una carretera por un incendio forestal el pasado mes de junio. Uno de los gurdas civiles es un cabo destinado en A Guarda y el otro tiene destino en Ourense.