El Gobierno central agotó los 200 millones de euros de presupuesto de la primera convocatoria del programa Pareer-Crece destinado a mejorar la eficiencia energética de edificios construidos en la segunda mitad del siglo pasado. Vigo se sumó desde el primer minuto a esta nueva ola de reformas y fue la primera ciudad de Galicia en lograr una subvención del Ministerio de Energía y Turismo en marzo de 2014. El listado de proyectos autorizados incluye un total de 28 inmuebles en el municipio a los que se concedieron ayudas directas por valor de 1.873.271 euros. Pero lo más importante es que a esta cantidad hay que sumar los 2,9 millones que sus propietarios lograron de financiación estatal sin intereses para acometer la reforma integral de la envolvente térmica, los sistemas de calefacción y la iluminación de sus edificios. Hay otros dos proyectos pendientes con la tramitación avanzada que elevarían la cifra final a treinta inmuebles vigueses beneficiados.
El objetivo de estas ayudas es reducir el consumo energético de las construcciones y al mismo tiempo mejorar su eficiencia logrando rebajar de forma importante sus emisiones de gases de efecto invernadero. Al margen de la ayuda directa que reciben los propietarios para arrancar con la rehabilitación, la financiación a interés Euribor + 0,0% a amortizar en un máximo de doce años permite que en lugar de afrontar una derrama de 10.000 o 12.000 euros en un solo pago, los beneficiarios puedan abonarlo a plazos de forma cómoda cada mes.
El primer solicitante que recibió el visto bueno del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en toda Galicia fue el edificio número 71 de la avenida de Castelao con un proyecto redactado y dirigido por la empresa Alexo Ingeniería de la Edificación, con sede en el Casco Vello de Vigo. El presupuesto comprometido ascendía a 441.000 euros, de los que 147.000 le llegaron en ayudas directas del Ministerio de Energía. Otros 294.000 euros de la reforma los financió el Estado y alrededor de un 10% es lo que asumen los propietarios.
Aquellos que acometen los cambios ven traducido de inmediato el esfuerzo en un importante ahorro. En el caso del primer inmueble rehabilitado en Coia, el consumo energético de sus 6.447 metros cuadrados pasó, según el proyecto autorizado por el Gobierno central, de 813.887 KWh/año a 360.617. Y al ahorro económico se suma el de emisiones. Ahora mismo está en obras el inmueble de Soutomaior número 2, un diseño presupuestado en 409.158 euros que logró una de las ayudas estatales más altas con 159.117 euros de subvención directa. Está previsto que una vez completados los cambios reduzca sus emisiones un 36,4%. En concreto, pasará de soltar a la atmósfera una media de 314.994 Kg de CO2 anuales a 200.207.
El salto es espectacular en lo económico y lo medioambiental. En la web del Ministerio de Energía figuran como beneficiados casi treinta edificios de Vigo en las calles Rosalía de Castro, Gran Vía, Fragoso, Balaídos, tres portales de la calle Grove, Alfonso X, Redondela, dos inmuebles en San Roque, López Mora, Barcelona, Travesía, Vilagarcía, Cerqueiro, Loureiro Crespo y Poboadores.
El proyecto más importante ha sido la reforma de los portales del 1 al 3 de la calle Grove con un coste conjunto de 975.150 euros de los cuales 325.050 llegaron por la vía de ayudas directas. Como edificio individual, el que más cambios precisó fue el número 58 de la avenida de Castelao. Se sometió a una rehabilitación de 657.736 euros de los que le subvencionaron 255.786.
El Pareer-Crece se impulsó para favorecer el ahorro energético, la mejora de la eficiencia, el aprovechamiento de las renovables y la reducción de emisiones de edificios existentes con independencia de su uso y naturaleza jurídica de sus titulares aunque al final más del 80% de las ayudas fueron para edificios residenciales. En Vigo todos los recursos se concentran en viviendas, pero en Porriño sí hay un proyecto impulsado por una administración pública. Zona Franca logró 103.193 euros para instalar un sistema de climatización geotérmica en el Centro de Servicios en el Polígono de A Granxa.
En Galicia el volumen de ayudas concedidas asciende a 6,2 millones de euros. En O Grove el hotel La Noyesa logró 58.695 euros para mejorar su eficiencia energética y en Carballiño el Colegio Plurilingüe Vila do Arenteiro consiguió 194.421 euros de subvención par acometer una importante reforma de 262.551 euros que le ayudará a ahorrar en luz y calefacción. Son un centenar de actuaciones en toda la comunidad.
"Ponemos diez centímetros de aislante a las fachadas y se pueden ahorrar 11.000 euros al año en calefacción"
El estudio de ingeniería Alexo redactó el proyecto de la avenida de Castelao 71 que logró la primera autorización del Ministerio de Energía hace ya tres años. Hasta ahora han logrado subvenciones para un total de 13 proyectos -11 en Vigo, uno en a Coruña y otro en Baiona- y tienen dos más en tramitación en la urbe olívica. Juntos suman un total de 615 familias beneficiadas y animan a otras comunidades de propietarios a que preparen sus proyectos para una posible segunda edición del programa estatal.
Los principales problemas que se encuentran en las construcciones viguesas son "desprendimientos de fachadas y filtraciones de agua" que derivan en severos problemas términos y elevados consumos. En sus reformas introducen "un mínimo de 10 centímetros de aislante en las fachadas" y entregan un proyecto cerrado al que el constructor tiene que ceñirse. Tardan un mes y medio en definirlo y realizan simulaciones en 3D de los inmuebles para estudiar todos sus componentes. Alejandro Martínez recupera los datos de uno de sus edificios en Coia para poner cifras concretas al ahorro que se logra con estas rehabilitaciones integrales. "Uno de los edificios que tiene caldera de gas natural comunitaria pasó de gastar 25.000 euros anuales a 15.000. Se están ahorrando 11.000 euros al año", explica con los datos en la mano.
Gran parte del mérito se debe a la cobertura de las fachadas con lana de roca, un material renovable y sostenible que no arde y que además protege acústicamente las viviendas. Lo más habitual es actuar sobre cubiertas y fachadas, aunque si hay posibilidad también se renuevan suelos y ventanas.
