Que la Xunta haya conseguido que Patrimonio Histórico incluya en la Lista Indicativa para enviar a la Unesco una candidatura a Patrimonio Mundial de la Humanidad presentada este mayo constituye un auténtico récord. Iniciativas con el mismo propósito tardan tanto tiempo en que el Consejo de Patrimonio Histórico acepte elevarla al organismo mundial que acaban renunciando.

Pero el paso cosechado por la candidatura autonómica, que junto a las de "El Vino en Iberia" o el "Priorat- Montsant- Siurana, mosaico mediterráneo", son las tres últimas seleccionadas por el Ministerio de Cultura, no supone ninguna garantía de conseguir esa distinción. Y tampoco permite aventurar cuándo podría obtenerla. "No se pueden dar plazos razonables. Pero estamos en el pelotón de salida para en 4, 5 o 6 años podamos tener esa etiqueta de pertenencia a un club tan exclusivo como el de la Unesco", admitió el conselleiro de Cultura.

El caso de la Ribeira Sacra es significativo. Lleva desde 1996 en esa misma Lista Indicativa. Según Román Rodríguez, "porque pasó mucho tiempo sin que se hiciese nada y desde hace dos años se retomó el asunto para la declaración de BIC como paso previo". Con las últimas aprobadas, en la Lista Indicativa que España remitirá el próximo marzo a la Unesco figuran ya más de una veintena de candidaturas.