2017 no es un buen año para lucir paraguas. Tampoco para los clichés que tildan a las Rías Baixas de una zona lluviosa. Los datos recogidos por Meteogalicia muestran que este año va camino de convertirse en el más seco del lustro, con menos de la mitad de la lluvia recogida en 2016. Desde enero y hasta ayer mismo la estación meteorológica que el observatorio gallego tiene en Avenida de Madrid contabilizó 484 litros por metro cuadrado (l/m2), muy lejos de los valores de años anteriores y a una distancia más que notable del anotado hace solo 12 meses. Entonces un arranque de año particularmente pasado por agua y una primavera con jornadas de intensas precipitaciones dejaron un balance -por estas mismas fechas- de 1.154,5 l/m2, más del doble que ahora.

El dato recabado por la estación de Avenida de Madrid apunta de hecho al año más seco desde al menos 2011, el primer ejercicio que tiene completamente documentado y que ya había destacado por sus bajas precipitaciones. Hace ahora seis años, Meteogalicia contabilizaba 523,1 l/m2, un dato también particularmente bajo. Durante aquel verano el Concello se vio obligado a adoptar medidas para paliar la sequía, como restricciones en el baldeo de las calles o en ciertas fuentes del municipio.

Prueba de que 2017 es un año difícil de acomodar en el refranero es que en abril -el mes de las "aguas mil", según predica la sabiduría popular- se anotaron apenas 8 litros por metro cuadrado, lo mismo que durante todo agosto, la mitad que en junio y bastante por debajo de septiembre, cuando la estación ubicada en Avenida de Madrid sobrepasó los 21 l/m2. El mes más lluvioso fue febrero, con 132 l/m2. En verano, tan solo el 16% de las jornadas se recogió más de un litro por metro cuadrado.

Octubre, al menos en su arranque, parece que continuará esa tendencia de tiempo seco. El parte de Meteogalicia no contempla lluvias para los próximos días. Ayer su previsión -que se extendía hasta el miércoles 11 de octubre- descartaba las precipitaciones hasta al menos el arranque del puente del Pilar. Según la estimación de los técnicos del observatorio gallego, la probabilidad de que las nubes descarguen durante la próxima semana es relativamente baja, del 20%. Además del cielo despejado se disfrutará de días calurosos, con el termómetro rozando los 30 grados de máxima el viernes.

Una comparativa con otras ciudades de España da una idea clara también del carácter particularmente seco de 2017. Según los datos publicados por la web Meteoclimatic, por ejemplo, la estación de Palau Solitá i P. Castell, en Barcelona, registró desde enero 383, 6 l/m2, apenas 100 litros menos que la marca de la estación que Meteogalicia gestiona en Avenida de Madrid. El dato de Vigo es similar al de Soria, donde Meteoclimatic computó 446,8 l/m2 -en la estación ubicada en el municipio de Cidones-; y queda muy por debajo del de Noia, que superó los 651 l/m2 o Laracha, localidad que pasó de los 766.

Desde el arranque del otoño solo ha llovido tres jornadas, durante las que se recabaron 6,1 l/m2, un arranque escaso en precipitaciones que está en sintonía con la tendencia del resto del año. La situación generalizada de sequía en Galicia ha llevado ya a declarar una alerta que afecta a los ríos de seis zonas atlánticas y la cuenca del Miño-Sil. En la costa atlántica la alerta se decretará de forma oficial en cuestión de días, el viernes, cuando se reúna el Consello Reitor de Augas de Galicia. Esa consideración no afectará al abastecimiento de los hogares, solo implica que se adoptarán medidas preventivas para el control del uso del agua.

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