A lo largo de su curso, entre Lagoa Mol y la desembocadura en Samil, el Lagares serpentea entre zonas industriales, carreteras, edificios y factorías. Un recorrido de cerca de 17 kilómetros que acentúa el perfil urbano del río. A pesar de ese itinerario, sus aguas y el entorno de su cauce dan cobijo a un interesante ecosistema. Buena prueba son las conclusiones de un reciente estudio encargado por el Concello como complemento al proyecto de paseo peatonal que plantea construir en el "tramo medio" del río, entre la Avenida de Madrid y la calle Manuel Álvarez, a escasos metros de Ramón Nieto. Durante sus investigaciones, los técnicos contratados por el Ayuntamiento identificaron más de un centenar de especies de anfibios, reptiles, mamíferos y aves. A ellas se suma la diversidad de flora -árboles, arbustos, etc.- o insectos que tienen su "hogar" cerca del río.
El estudio reconoce que, de todo el Lagares, el tramo comprendido entre Manuel Álvarez y Avenida de Madrid es el que presenta "una situación ambiental más degradada". "Aguas arriba, el río discurre por tierras de monte y zonas agrarias, que permiten a las riberas participar de la riqueza natural de su contorno", señala el informe: "Aguas abajo de la Avenida de Madrid, los valles no muy urbanizados de Sárdoma y Castrelos otorgan al río una aceptable dimensión natural".
En contra de la biodiversidad del río juega la contaminación, un problema en el que también ponen su foco los expertos. Según detallan en su informe, "el principal problema" que se detecta en las aguas lo ocasionan los "residuos sólidos en suspensión provocados por obras de infraestructuras". "Son episodios puntuales, pero pueden afectar seriamente a las características del lecho", recalcan. Sobre lo que sí alerta el estudio de ingenieros contratado por el Concello son los "episodios puntuales -voluntarios o no- de vertido de aguas contaminadas". "Pueden afectar gravemente a la vida piscícola", zanjan. Otro problema lo representa la basura que queda prendida de las ramas caídas en el lecho durante las crecidas.
Tras repasar en detalle las características del tramo de tres kilómetros que transcurre entre Avenida de Madrid y Ramón Nieto, el examen concluye que el trecho tiene "un elevado potencial en cuanto a valores naturales". Devolverle "su verdadera dimensión ecológica" supondrá en cualquier caso -abunda la auditoría medioambiental- "una fuerte actividad de restauración". No todo el curso presenta sin embargo las mismas características. Entre Manuel Álvarez y Naia el río goza de una "aceptable riqueza natural y paisajística".
Del segundo puente de la calle Severino Cobas al trecho urbano de la A-55 -donde el futuro paseo entroncará con el itinerario peatonal que ya está construido- las factorías condicionan el estado del río. "Este tramo discurre encajado entre traseras de instalaciones industriales y casi sin margen para la recuperación de las riberas", reseñan.
El futuro paseo peatonal no solo busca construir un corredor de 3,3 kilómetros que conecte con el ya existente entre Avenida de Madrid y Samil o el que están construyendo hasta Lagoa Mol los comuneros de Cabral. Pretende además contribuir a la recuperación del espacio. Para conseguirlo se transplantarán árboles en puntos que ahora carecen de ellos. El proyecto está presupuestado en 766.205 euros.
Durante su inspección los técnicos sí constataron que el río goza de una interesante diversidad. En total identificaron 133 especies distintas, la mayor parte (74) aves, además de anfibios y reptiles o mamíferos. Más de la mitad de las variedades clasificadas están clasificadas como de Interés Especial, bien en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (CNEA) o en su homólogo gallego (CGEA). Destacan además media docena de especies "vulnerables": la rana patilonga, el esgonzo ibérico y cuatro tipos distintos de murciélagos: los Rhinolophus euryale, hipposideros minimus y ferrumequinum, así como el Myolis bechsteini.
Salamandras, ranas, sapos, culebras, gavilanes, palomas, golondrinas, tórtolas, mirlos, gorriones, ratas y ratones, erizos, ruiseñores, conejos, jabalíes, zorros, topos, ... Son solo una pequeña parte del amplio listado de especies catalogadas por los expertos que elaboraron el informe que acompaña al proyecto de la senda peatonal del Lagares entre Avenida de Madrid y Manuel Álvarez.
El mamífero más habitual es la rata augadeira, a la que se han sumado de forma reciente -según los técnicos- el jabalí o la ardilla roja. Dentro del agua abundan la trucha común, anguilas, escalos o bogas. En cuanto a la vegetación, se apunta el gran potencial de los carballos, salgueiros, amieiros o abeleiras. También de pequeños arbustos.
