La decisión del Puerto de limitar los eventos que se celebran en As Avenidas ha caído como un jarro de agua fría entre los hosteleros y los organizadores de citas como el Street Stunts o la Feria de Abril. En el lado contrario, los vecinos del Casco Vello y la zona de Montero Ríos saludan la decisión adoptada por Enrique López Veiga de reducir las celebraciones en la zona y reivindican su derecho al descanso.

Los primeros recibieron el apoyo implícito de Abel Caballero, que cree posible que vecinos y eventos puedan "coexistir" por lo que abogó por buscar vías para "compatibilizarlo todo". "Creo que la zona de transición entre el puerto y la ciudad debe utilizarse para celebraciones y eventos culturales y deportivos", subrayó el alcalde vigués, que trasladó su postura en el consejo de administración del Puerto, en el que López Veiga informó de la medida, adelantada ayer por FARO. "No es una decisión conveniente para la ciudad, creo que lo tenemos que analizar amistosamente con el presidente del Puerto, tengo una opinión muy matizada al respecto de lo que plantea", dijo Caballero, que pidió "pensar en la hostelería" y recordó que se trata de una forma de generar empleo y actividad económica.

En rueda de prensa, el presidente de la Autoridad Portuaria confirmó ayer su decisión de restringir "a priori" los eventos en terrenos portuarios y de autorizar únicamente el Marisquiño, el Vigo Sea Fest o eventos deportivos y culturales que "no suponen nada de daño ni molestan". Remarcó que la medida responde a la demanda de los vecinos, que le trasladaron sus quejas por el ruido, y los operadores de mercancías, a los que los eventos "distorsionan muchísimo las operaciones de embarque".

"La fiesta del Marisco no molesta a nadie porque está en el Berbés, el Vigo Sea Fest aunque es nuevo -este año celebró su primera edición- es un festival del mundo de la pesca y el Marisquiño reporta grandes ingresos para la ciudad", dijo López Veiga, que recalcó que "ésos los vamos a dejar, el resto no"

Además de las quejas de los vecinos y los operadores, también alegó el "esfuerzo tremendo" que suponen para la Policía Portuaria, encargada de velar por la seguridad en los muelles y que se refuerza en eventos de este tipo. "Tienen que hacer horas extras y eso es caro, carísimo, por lo que a partir de ahora vamos a tener que analizar seriamente todas estas cuestiones", abundó.

Como no podía ser de otra manera, los vecinos se mostraron satisfechos y pidieron firmeza al Puerto. Desde la asociación del Casco Vello, su secretario, Fiz Axeitos, consideró que los vecinos de zonas como Carral, Porta do Sol o Montero Ríos acogen "demasiados eventos". "Tiene que haber vida social pero hay otras plazas en la ciudad", remarcó Axeitos, que abogó por "sopesar" las decisiones que se toman al respecto de los diferentes acontecimientos.

"Solo pedimos que nos dejen dormir, esperamos que se cumpla lo prometido", indicó a su vez el presidente de la asociación de vecinos Elduayen. Enrique Montenegro solicitó hace meses esta restricción y también medidas contra el botellón que se celebra cada fin de semana en la zona y ve pasividad del Concello ante sus reclamaciones. "El alcalde sigue creyendo que aquí no vive nadie. No estamos cerrados a que haya eventos pero dentro de un orden, respetando la normativa y la convivencia. Aceptamos el Marisquiño por su gran repercusión pero no podemos soportar dos eventos de escándalo cada mes", afirmó.

En el extremo contrario se sitúan los hosteleros de la zona Náutico, cuyo presidente, Rubén Pérez, solicitará una entrevista "urgente" con el presidente del Puerto. para "pedir explicaciones" "Tenemos buen trato con los vecinos, solo hay uno que ejerce una oposición muy fuerte. Se trata de eventos que generan economía en la ciudad", subrayó. Asimismo, Pérez lamentó que se amenacen los eventos culturales y que no se "plante cara al botellón" que se celebra cada fin de semana en el mismo lugar.

Alberto Badía, promotor del Vigo Street Stunts, manifestó su "sorpresa" por la noticia y quiso ser "prudente" al respecto hasta conocer de primera mano una decisión que podría frustrar la cuarta edición de este festival, que acogió este año a 100.000 personas. "Éstamos ya trabajando en el festival del próximo año y si no pudiésemos celebrarlo tenemos propuestas de otras ciudades", dijo.

Igual de sorprendida se mostró Josefa Villar, organizadora de la Feria de Abril que este 2017 alcanzó su trigésima edición. "No nos ha dado tiempo a reaccionar todavía, nos parecía que habíamos encontrado un espacio abierto y sin problemas", dijo para remarcar que "siempre elegimos un puente para minimizar las molestias a los vecinos". De todos modos, confió en llegar a un acuerdo que permita que la celebración siga en las Avenidas. "La gente se entiende hablando, hay que buscar un consenso y a lo mejor el Puerto comprende que tomr esa decisión fue algo precipitado", concluyó.

Fiz Axeitos | Vecinos Casco Vello

"Tiene que haber vida social, pero hay otras plazas en la ciudad para acoger eventos"

Josefa Villar | Casa de Andalucía

"Hay que buscar un consenso y a lo mejor el Puerto tomó una decisión precipitada"

Rubén Pérez | Hosteleros zona Náutico

"No entiendo que quieran prohibir estas actividades y no hagan frente al botellón"