Doscientos millones en tres años. Esa es la inversión del grupo familiar HM Hospitales en Galicia y con la que se ha hecho con cinco hospitales y cuatro policlínicos. El último, en Vigo. El pasado mes de marzo adquirió el Centro Médico El Castro, que convertirán en HM Vigo y que pondrán a punto con un plan de acción de un año en el que invertirán entre dos y tres millones. Su presidente habló ayer con la plantilla y con FARO.

-¿Por qué se fijaron en Galicia?

-Buscamos un modelo de gestión muy particular, como en Madrid, donde empezamos con un hospital y ahora tenemos 7 y14 policlínicos que funcionan en red, todo integrado, con una estructura centralizada muy potente. En Galicia se daban las circunstancias. Hay una buena sanidad privada y varios hospitales de origen familiar que estaban dispuestos a vender para incorporarse a una red. Por sí solos no podían competir con aseguradoras ni con proveedores ni podían promover investigación. La idea es que si invierto en una tecnología, tenga muchos pacientes no solo para que sea rentable. Somos una familia de médicos y lo nuestro es un proyecto de salud. No somos un fondo de inversión ni una multinacional. Si quisiéramos sacar dinero, habríamos vendido. Tener muchos pacientes es la única manera de tener buenos resultados, que es lo primero que nos importa.

-¿La expansión en Vigo se queda en la compra de El Castro?

-Si hubiera más opciones? En Vigo hay bastante competencia. Hemos abierto hospitales de nueva construcción en áreas desabastecidas, pero aquí ya hay suficientes proveedores sanitarios. Queremos depender mayoritariamente de los clientes de aseguradoras de salud. Es nuestro modelo. No es el de hacer la lista de espera, aunque colaboramos. El Castro tiene hoy muy poca actividad y, aunque nunca pensamos en él, porque los nuestros son más grandes, nos surgió la oportunidad. Hemos partido de cero y tenemos que reinventarnos. Competimos con dos monstruos de la sanidad privada como es Vithas Fátima y Povisa. Supone un reto porque tenemos que hacer un producto distinto, con servicios muy cercanos, donde la gente pueda obtener una atención diferente. Nos gustan los retos. A veces pones un pie y luego cae otra cosa que pueda merecer la pena. Estoy ilusionado. Vengo a hablar personalmente con la plantilla, porque para nosotros es muy importante.

-¿Cuál es ese papel con el que diferenciar el centro?

-Primero, le vamos a cambiar el nombre. Se llamará HM Vigo. Es pequeño, con 24 habitaciones. Tenía una planta con un concurso sociosanitario con el sector público, pero a pesar de que el hospital estaba económicamente mal, renunciamos porque no es nuestro modelo. Hacemos actividad de agudos, no de residenciales. En verano actualizamos mucho material y equipamiento obsoleto. Aumentamos el nivel de complejidad de nuestra Unidad de Reanimación, que empieza el día 4, para aumentar también la complejidad de las operaciones. Empezamos un plan de acción de al menos un año en el que haremos un quirófano más [hasta tres], ampliaremos la sala de endoscopias, haremos una unidad de la mujer con un mamógrafo digital y un ecógrafo... Introduciremos diferentes mejoras para potenciar la actividad quirúrgica.

-¿Apuestan entonces por todas las especialidades?

-Las quirúrgicas, sí, pero con una complejidad media. De los ocho niveles en que se divide, llegaremos a un 5 o un 6. La idea es hacer un concepto de boutique quirúrgica, con un trato diferenciado, todo muy bien organizado y protocolizado.

-En inversión, ¿en cuánto se traducen estos planes?

-Desde que entramos, invertiremos entre 2 y 3 millones de euros

-¿Podría desvelar el precio de compra?

-No.

-¿Van a seguir expandiéndose por Galicia?

-Si hay. Estamos dispuestos a mirar cosas. Es una cuestión de quien se quiera unir al proyecto. Cuantos más se unan, más grande lo haremos.