Desde el año pasado el número de turistas internacionales alojados en Vigo ha venido marcando registros históricos entre abril y octubre. Pero estos hitos no se están repitiendo en el resto de meses: enero, febrero, marzo, noviembre y diciembre. Los viajeros extranjeros sí han crecido en esos cinco meses de otoño e invierno, pero el crecimiento es mínimo si se compara con el resto. De hecho, para nada en ninguno de ellos se ha marcado ni éste ni el pasado año cifras de récord. ¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué se está avanzando a dos velocidades tan diferentes? Una de las respuestas -y probablemente la principal- hay que buscarla a 12 kilómetros del centro de la ciudad: Peinador. Ryanair ha revolucionado al aeropuerto empujándolo de nuevo al millón de viajeros. Pero además, su aportación a Vigo sobrepasa las frías estadísticas. Cada mes capta hacia Peinador unos 3.000 turistas procedentes de Milán, Dublín, Bolonia y Edimburgo.

La low cost irlandesa es la aerolínea que más pasajeros internacionales mueve con diferencia en la terminal olívica. Y probablemente ello explique que los hoteles de Vigo estén registrando máximos históricos de huéspedes internacionales cuando los aviones de la low cost irlandesa están funcionando. O al menos eso es lo que dejan entrever las estadísticas. Y es que si a ellas se restaran los miles de extranjeros que mueve hacia Vigo cada mes, tampoco de abril a octubre la ciudad hubiera marcado las cifras de récord que está cosechando.

Todos los meses entre abril y octubre de éste y del pasado año los hoteles han recibido el mayor número de viajeros internacionales de su historia desde que el Instituto Nacional de Estadísticas tiene datos (2005). Ryanair operó el año pasado a Dublín y Bolonia; y en este ejercicio sumó Edimburgo y Milán. Entre las cuatro conexiones aporta a Peinador cada mes unos 12.000 viajeros, lo que representarían unas 6.000 personas físicas. De ellas, la mitad y según estimaciones del anterior director de marketing, José Espartero, casi la mitad son viajeros de fuera de Vigo. Es decir, turistas captados.

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La aerolínea aterrizó en Peinador gracias a una ayuda municipal de 4,4 millones de euros por tres años (también se incluye un vuelo diario en cada sentido a Barcelona). Si se cruza esta inversión con los registros de turistas llegados a Vigo, su rentabilidad -que ya ha sido destacada por hosteleros, taxistas, empresarios o agencias de viaje- salta a la vista. Las cifras históricas de turistas extranjeros alojados en Vigo en los meses que opera Ryanair se sitúan actualmente en: 8.959 (abril de 2017); 12.541 (mayo); 14.037 (junio); 16.717 (julio); 17.213 (agosto); 12.903 (septiembre de 2016); y 10.349 (octubre de 2016).

Curiosamente este espectacular crecimiento a cotas históricas en estos ocho meses no se traduce en los del resto del año, lo que da buena muestra de empuje que Ryanair está teniendo para la economía turística de la ciudad. En enero de este año hubo 5.301 viajeros extranjeros en hoteles de Vigo, pero la marca histórica hay que ir a buscarla a 2008, con más de 7.600. En febrero hubo 5.550 huéspedes internacionales, muy por debajo de los 7.400 registrados en 2007. Lo mismo ocurrió en marzo. Este año se pasaron en ese mes por la ciudad 5.990, pero no fueron un hito, ya que en 2007 se habían rozado los 7.000. Y lo mismo ocurre en noviembre y diciembre, donde la mejor marca no fue en 2016, sino, en ambos casos, en 2005. Por el momento, el acuerdo que mantiene el Concello con Ryanair en estas cuatro rutas internacionales no se extiende a la temporada aeronáutica de invierno (noviembre-marzo). Un acuerdo que, de llegar, probablemente contribuiría a dar respuesta a uno de los objetivos del sector de la ciudad: desestacionalizar el turismo.

Por otra parte, Ryanair remitió ayer un comunicado referente a su plan de cancelación de vuelos hasta octubre (Vigo solo se ha visto afectado por dos de Barcelona) en el que destaca que de los 315.000 viajeros afectados a 305.000 ya se le han tramitado rutas alternativas o reembolsos. Hay 10.000 que continúan sin una solución.