Las enfermedades mentales tienen sus peculiaridades según la franja de edad en la que surjan y es preferible abordarlas de forma especializada. En una sociedad con una alta esperanza de vida y donde el colectivo de la tercera edad no cesa de crecer, en los últimos años se ha evidenciado la necesidad de unidades de psiquiatría para mayores. El Chuvi cuenta con la suya desde julio del año pasado y, en su primer año de actividad ha confirmado la "altísima demanda" de esta atención en el área sanitaria viguesa. Registra más de 40 consultas a la semana.
La Unidad de Psicogeriatría, ubicada en el Hospital Nicolás Peña, atiende a mayores con problemas de salud mental de forma ambulatoria. El porcentaje más elevado lo representan aquellos que sufren demencias y, especialmente, que también presentan trastornos de conducta, como pueden ser el insomnio, alucinaciones o agresividad, que complican la convivencia. También hay usuarios con otra patología psiquiátrica, ya sea porque han llegado a la vejez con ella o porque la enfermedad ha debutado en la senectud. Y algunas se manifiestan de forma diferente según la edad en la que surjan. Por ejemplo, la depresión. "En mayores suele ser más grave, más resistente a los tratamientos y con mayor riesgo de suicidio en varones", explica la psiquiatra Águeda Rojo, coordinadora de la unidad. La doctora cuenta que, entre sus pacientes, "hay mucha gente mayor de 85 años, porque la esperanza de vida aumentó mucho y da más tiempo a que aparezcan estos problemas".
La unidad está compuesta por la doctora Rojo, una psicóloga clínica y una enfermera especializada en salud mental. En el primer semestre del año, las dos primeras atendieron 1.021 consultas. Por el momento, son pacientes que solo pueden ser derivados por Neurología, Geriatría o Psiquiatría del Chuvi. Aspiran a extenderlo a otros servicios, como Medicina Interna. Para ello, necesitarían la incorporación de más recursos porque los actuales están al máximo de capacidad. Algo ya han aumentado. La psicóloga clínica -que, entre otras cosas, se encarga de las evaluaciones neuropsicológicas- desde agosto está presente los cinco días laborables de la semana, frente a los dos con los que comenzó. La unidad también atiende casos de geriátricos, ya sea por teleconsultas, por teléfono o, si hace falta, en persona.
Por otra parte, tratan de desarrollar tratamientos para el deterioro cognitivo, tanto de forma grupal como individualizada. A modo de taller de memoria, tienen grupos de estimulación cognitiva para pacientes leves. También ayudan a los familiares de pacientes con demencia, muchas veces desbordados, a través de grupos psicoeducativos, en los que les aconsejan como manejar el trastorno.
En cuanto a la terapia individualizada, han conseguido que la Fundación Intras, de Zamora, les ceda el uso del Software de Rehabilitación Neuropsicológica del Deterioro Cognitivo (Gradior). Es el primer centro del Sergas que cuenta con él. La Administración ya ha dotado a la unidad de una pantalla táctil para que lo ponga en marcha en los próximos meses. El paciente podrá acudir a sesiones de entre 15 y 30 minutos, varias veces por semana, para trabajar el área que más necesite, ya sea la memoria, el lenguaje, la atención...
