El juicio por la brutal paliza al cura de Santa Rita ha quedado hoy visto para sentencia. En la jornada de hoy -la segunda-, quedó de manifiesto que fueron las cámaras de vigilancia instaladas en locales y comercios de la zona las que permitieron reconstruir el itinerario de los dos acusados, Pedro Yago Santos y Alison Lucas Barros. La fiscal mantiene la petición de 15 años de cárcel para cada uno de los jóvenes y eleva los casi 500.000 euros de responsabilidad civil. Las defensas piden la absolución al no considerar probado que sus clientes sean quienes asaltaron al sacerdote.

Los testigos facilitaron hoy la descripción de los dos agresores del sacerdote de 83 años, Antonio Rodríguez, que no ha podido asistir al juicio ante las graves secuelas del asalto.

Los dos jóvenes brasileños acusados de propinar una paliza y robar al párroco de Santa Rita el 8 octubre del año pasado se retractaron ayer durante el juicio en la Sección Quinta de la Audiencia de sus primeras declaraciones judiciales -en las que se inculpaban mutuamente- y aseguraron no tener relación alguna con los hechos aunque cayeron en numerosas contradicciones durante su interrogatorio. La víctima, el sacerdote Antonio Rodríguez, de 83 años de edad, no pudo comparecer en la sala dadas las graves secuelas que padece, si bien se leyó la declaración que prestó en su día ante la comisión judicial en el Meixoeiro y en la que reconoció a sus agresores mediante fotografías.