Esta zona marcaba el límite entre los concellos de Vigo y Lavadores, antes de su integración por la urbe olívica en 1941. Su origen y desarrollo está íntimamente ligado al trazado de la carretera de Vigo a Villacastín, que partía de la Porta do Sol hasta el Alto de Puxeiros.

Para unos expertos, el nombre de O Calvario viene de cima sin árboles, pelada, mientras que para otros, procede de un antiguo cruceiro o calvario instalado al borde de la carretera, en el cruce con el Camino de Riomao.

Estaba sobre un pedestal rodeado por columnas e iluminado con farolas y su memoria se pierde en los primeros años del siglo pasado, cuando se desplomó y sufrió algunos desperfectos. Una parte se conserva en un lateral de la iglesia de Santa Cristina.