La normalidad vuelve a los arenales vigueses. El Concello ha abierto al baño las playas de A Calzoa, Foz y una parte de Samil tras los detectar aguas fecales el pasado martes. El vertido se debió a un fallo eléctrico en la nueva depuradora del Lagares y la fuga quedó resuelta horas después. La presencia de residuos en la desembocadura del río obligó a extremar las medidas de precaución.

Las analíticas realizadas por los técnicos municipales confirmaron que el agua no presentaba riesgo para la salud de los bañistas y decidió retirar los carteles que impedían entrar en el agua. En la zona central de Samil se llegó a instalar uno recomendando no bañarse.

Las playas de Foz y A Calzoa son las dos elegidas por el Gobierno local para uso de perros y otras mascotas. Está previsto que mañana queden abiertas para este uso. Próximamente se sumarán otros dos espacios similares en el municipio.